El Parlamento polaco aprobó el viernes una ley sobre los derechos de los animales que dividió a la coalición en el poder y causó un gran enfado entre los ganaderos y los productores de carne kósher.
Un pequeño partido de la coalición gubernamental, conservadora y compuesta por tres formaciones, se negó a votar a favor de esta ley, lo que irritó a Jaroslaw Kaczynski, el poderoso dirigente del partido Derecho y Justicia (PiS), que ideó el texto.
Kaczynski, conocido por su amor por los gatos, amenazó con excluir de la coalición a esos socios o, incluso, convocar elecciones anticipadas.
Tras varias horas de debate, y con el apoyo de la oposición liberal, la ley fue adoptada con 356 votos a favor, 75 en contra y 18 abstenciones.
La ley deberá obtener el aval del Senado y prohíbe la cría de animales por su piel, una importante industria en Polonia y suspende las exportaciones de carne halal y kósher.
Polonia es el tercer productor de pieles más importante del mundo, por detrás de Dinamarca y China, según varias Ong. El país es también un gran exportador de carne kósher a Israel y a las comunidades judías de Europa.
“Los estándares de Polonia respecto a los animales no deben ser inferiores, sino mejores que los de los países occidentales”, declaró recientemente Kaczynski.
Según Otwarte Klatki, un grupo polaco que milita por los derechos de los animales, en Polonia existen unas 550 granjas, que explotan a unos 5,2 millones de animales por sus pieles.
La ley fue muy criticada por los ganaderos, cuya facturación asciende a cerca de 1600 millones de dólares.