El ‘plogging’ es una innovadora práctica deportiva que combina el ejercicio con el activismo ambiental. Consiste en correr o caminar mientras se recogen residuos del entorno, promoviendo así un estilo de vida saludable y sostenible. Su nombre surge de la fusión entre el término sueco ‘plocka upp’ (recoger) y la palabra inglesa ‘running’ (correr). Desde su origen en Estocolmo en 2016, ganó popularidad en todo el mundo.
Aunque muchas personas practicaron el ‘plogging’ sin conocer su nombre, esta disciplina se consolidó como un fenómeno global gracias a la difusión en redes sociales y el compromiso de diversas organizaciones. En España, el movimiento fue impulsado por Eduar Reyes Olivares, coordinador de Plogging España. Reyes Olivares descubrió el concepto a través de una alerta de Google sobre ‘running’ y decidió implementarlo en el país tras recibir asesoramiento de colegas franceses.
“El ‘plogging’ nació entre corredores que, al ver la cantidad de basura en sus rutas habituales, sintieron la necesidad de hacer algo al respecto. Con el tiempo, demostramos que no afecta al rendimiento deportivo y, al contrario, aporta un valor añadido a la actividad”, explica Reyes Olivares.
Uno de los mayores impulsores de esta iniciativa a nivel mundial fue Elizabeth Toth, quien en 2018 llevó el ‘plogging’ a Austria y creó Plogging World. Su objetivo es conectar a asociaciones y ONG de diferentes ciudades y consolidar esta práctica con el establecimiento de un Día Internacional del Plogging.
Más que deporte: una herramienta de concienciación
El ‘plogging’ trascendió el ámbito deportivo y se convirtió en una alternativa atractiva para empresas y entidades que buscan fortalecer su compromiso ambiental a través de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC). “Es una actividad accesible, económica y con un impacto inmediato en el entorno”, destaca Reyes Olivares.
Además, esta práctica busca generar conciencia sobre el impacto de los residuos en la naturaleza. Reyes Olivares enfatiza la importancia de evitar el uso de bolsas plásticas durante la recolección y optar por materiales biodegradables. “El objetivo es que no se quede en un acto puntual, sino que sirva para modificar hábitos y conectar a las personas con la realidad ambiental”, sostiene.
Plogging en acción: solidaridad y compromiso
El alcance del ‘plogging’ va más allá del deporte y la limpieza urbana. En 2021, durante las inundaciones en Brasil, la comunidad ‘plogger’ del país utilizó su red para coordinar labores de limpieza y búsqueda de desaparecidos, demostrando que esta iniciativa puede convertirse en una poderosa herramienta de activismo social y ambiental.
Así, el ‘plogging’ se consolida como un movimiento global que no solo fomenta el bienestar físico, sino que también invita a la reflexión sobre el impacto de nuestras acciones en el planeta. Una manera sencilla y efectiva de sumar esfuerzos en la lucha contra la contaminación y promover una cultura más sostenible.
Argentina también practica el plogging
El plogging es una actividad que se practica en Argentina y que consiste en correr y recoger basura, combinando el deporte con el cuidado del medio ambiente. En 2018, Paula Gosso Eguía, médica marplatense, creó Plogging Argentina, uno de los grupos de aficionados que proliferan en las redes y, desde entonces, el movimiento nacido en Suecia se extendió por todo el país.
Cómo se practica
- Se recomienda usar ropa deportiva o cómoda.
- Llevar guantes para proteger las manos.
- Tener una bolsa de residuos para depositar lo recolectado.
Beneficios
- Evita el sedentarismo.
- Promueve el cuidado de las ciudades.
- Contribuye a la sostenibilidad.
- Produce un gasto calórico mayor.
- Aporta endorfinas.
- Se puede transformar en una actividad lúdica.
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