Se calcula que los países de la UE generaron 6,95 millones de toneladas de residuos textiles en 2020, es decir, unos 16 kg por persona. De ellos, 4,4 kg por persona separaron ropa para su reutilización y reciclaje, pero la abrumadora cifra de 11,6 kg acabó en la basura doméstica mezclada.
Las principales fuentes de los casi 7 millones de toneladas anuales de residuos textiles de la UE son la ropa y los artículos domésticos (residuos postconsumo).
Se calcula que entre el 4% y el 9% de los productos que salen al mercado también se destruyen antes de ser utilizados: entre 264.000 y 594.000 toneladas de productos textiles al año.
Los países europeos que lideran en reciclaje de ropa
En más de la mitad de los Estados de la UE ya es obligatorio recoger los productos textiles por separado, pero en la mayoría de los casos se trata de productos reutilizables.
Luxemburgo y Bélgica tienen los mayores índices de recogida selectiva de textiles del bloque, seguidos de cerca por los Países Bajos y Austria.
Cada uno de ellos tiene un sistema de recogida diversificado en pueblos, ciudades y núcleos urbanos. Sin embargo, ninguno de ellos recoge más de la mitad de sus residuos textiles y el problema no se limita a la recogida. Las negligencias e incumplimientos son frecuentes.
Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, es preciso aumentar la capacidad de clasificación y reciclaje, pues de lo contrario una cantidad considerable de estos residuos generado por la ropa seguirá acabando en incineradoras, vertederos o exportándose fuera de la UE.
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