El vínculo entre el acaparamiento de teléfonos móviles en desuso y la aniquilación de los hábitats del gorila Grauer se explora en un artículo publicado este miércoles en ‘PLOS ONE’, escrito por investigadores de la Universidad de Australia del Sur (UniSA) y Zoos Victoria. Las dos organizaciones evaluaron los primeros seis años del programa de reciclaje de teléfonos móviles‘They’re Calling On You’ puesto en marcha por Zoos Victoria, como parte de una campaña nacional en zoológicos australianos.
Como parte del programa, los visitantes del zoológico y la comunidad victoriana en general recibieron información sobre el valor del reciclaje de teléfonos desechados para extraer metales especiales utilizados en su construcción, los mismos metales que se extraen en el este de República Democrática del Congo (RDC), que no solo destruyen hábitats de gorilas, sino que también financian guerras y abusos contra los derechos humanos.
La autora principal del artículo, la doctora Carla Litchfield, psicóloga de conservación de UniSA y experta en los grandes simios, dice que, si se pueden recuperar los elementos de ‘conflicto’, incluidos el oro y el coltán, de los teléfonos móviles antiguos, hay menos incentivos para minar los hábitats de los gorilas en la búsqueda de los mismos minerales. ‘Por cada 30-40 teléfonos móviles que se reciclan, en promedio, se puede recuperar un gramo de oro –explica Litchfield–. Al igual que las ventas de teléfonos móviles están aumentando y el contenido de oro está subiendo en algunos teléfonos inteligentes, se espera que las fuentes naturales de oro se agoten para 2030’.
Los autores señalan como barreras para reciclar los teléfonos usados la falta de puntos de reciclaje de desechos electrónicos en muchos países, el secreto en torno a la composición mineral de los teléfonos, las preocupaciones sobre la privacidad en el acceso a datos antiguos y el simple acaparamiento. En Alemania, para 2035, se prevé que más de 8.000 toneladas de metales preciosos estén en teléfonos móviles y teléfonos inteligentes no reciclados, y en China, para 2025 se eliminarán nueve toneladas de oro, 15 toneladas de plata y 3.100 toneladas de cobre del ciclo de suministro en 350 millones de teléfonos no reciclados.
‘El acaparamiento es problemático, ya que los metales preciosos no se extraen y se devuelven a la economía circular, lo que genera la necesidad de extraer estos metales de áreas silvestres. El otro problema es que, si las personas descartan sus teléfonos viejos, la mayoría los desecha en la basura de su hogar, terminando en un vertedero, donde derraman metales tóxicos’, añade.
Las estimaciones recientes de la población de gorilas de Grauer en la República Democrática del Congo muestran una dramática disminución del 73-93 por ciento, con menos de 4.000 especies silvestres. La especie ahora se encuentra en peligro crítico de extinción. La distinguida primatóloga Jane Goodall lanzó la campaña nacional de reciclaje móvil en el Zoológico de Melbourne en 2009 para educar a los visitantes sobre el vínculo entre la minería en la República Democrática del Congo, la destrucción de hábitats de gorilas y la importancia del reciclaje de teléfonos móviles.
Para 2014, los visitantes del zoológico en Victoria habían donado más de 115.000 teléfonos celulares viejos para reciclar como resultado de la iniciativa. ‘Este número puede parecer una gota en el océano, ya que representa solo el 0,01 por ciento de los mil millones de teléfonos retirados, pero cuando se observa el resultado en el contexto de un estado de seis millones de personas, es muy impresionante –afirma Litchfield–. Esperamos que esta campaña se pueda lanzar a nivel mundial y que realmente podamos marcar una diferencia’.