Reutilización de flores como alimentos: la innovación con ultrasonido

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Una nueva investigación de científicos de la Universidad de Georgia revela cómo la tecnología de ultrasonido puede ser esencial para la reutilización de flores como alimentos.

Se trata de una suerte de transformación de aquellas que no se venden, en  ingredientes alimentarios sostenibles y ricos en nutrientes. Esencial para la reducción del desperdicio y reducir desechos.

Reutilización de flores como alimentos: la técnica descubierta

Por lo general, la mayor parte de las flores que no se venden, se desechan. Sin embargo, un estudio reciente publicado en el Journal of Food Process Engineering ofrece una solución sostenible que podría transformar este desperdicio en valiosos ingredientes para la industria alimentaria.

Viene de la mano con la tecnología de ultrasonido. Su aplicación ya demostró ser efectiva en la extracción de proteínas de la soja, en la mejora de la textura de alternativas cárnicas de origen vegetal y para la preservación de jugos y aceites.

Ahora, la investigación de la universidad también sumó la aplicación a flores comestibles. Según el estudio, permitiría conservar sus compuestos bioactivos y nutricionales para el uso en la industria alimentaria.

Las flores como alimentos nutritivos. (Foto: Pixabay).

Según el Dr. Mohan, profesor asociado en el College of Agricultural and Environmental Sciences de la Universidad de Georgia, las flores suelen percibirse como simples adornos, pero su potencial es mayor.

“Tomamos esas flores, las cortamos, hacemos un hermoso ramo, se lo damos a alguien y, después de uno o dos días, la historia terminó”, expresó. “Estamos tratando de utilizar flores comestibles como fuente de proteínas, colorantes alimentarios y vitaminas“, explicó sobre la investigación.

“La idea era emplear la tecnología de ultrasonido para facilitar la extracción de estos compuestos de la flor”, agregó.

Cómo actúa el ultrasonido

Uno de los principales desafíos al usar flores en la alimentación es su alto contenido de humedad, algo que dificulta su almacenamiento y transporte sin que se deterioren.

En este punto, es clave la tecnología de ultrasonido, ya que permite secarlas de manera más rápida y eficiente, preservando su color y valor nutricional.

A diferencia de los métodos tradicionales como el secado al aire o con calor, reduce significativamente el tiempo requerido y minimiza la pérdida de calidad.

El poder nutritivo de las flores.

El desperdicio de flores no solo representa una pérdida económica, sino también tiene un impacto ambiental significativo. La mayoría de estas flores terminan en vertederos, contribuyendo a la emisión de gases de efecto invernadero.

Por eso, implementar tecnologías como el ultrasonido para su aprovechamiento podría reducir este desperdicio y fomentar una economía circular en el sector agroalimentario.

El uso de flores como ingredientes funcionales también podría beneficiar a la industria de los alimentos procesados, ofreciendo alternativas más saludables y sostenibles en comparación con los aditivos sintéticos.

Cabe aclarar que no todas pueden utilizarse como alimentos, sino que esto se limita a las comestibles o adecuadamente calificadas para ello. Como por ejemplo, el caso de las hojas del brócoli.

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