Hace tiempo que la moda del Alto Valle ya no reconoce límites. Sustentada por la creatividad, la autogestión, el reciclaje, las siluetas amplias y la ruptura de paradigmas, hoy se configura como un sector que cada vez va por más.
Es que en los últimos años los emprendedores de moda viraron hacia un enfoque más responsable con sus consumidores, adoptaron un compromiso ambiental y se colocaron como férreos críticos de los clásicos estigmas que reinan en la indumentaria. Pero sobre todo son conscientes de su valiosa labor en la comunidad.
«El nicho del consumo de la indumentaria a medida o artesanal no es grande, pero tampoco es pequeño. Hay mucha gente que no está conforme con las prendas industrializadas y siempre recurren a nosotros por un mejor acabado y calidad«, mencionó Juan Roma, un joven diseñador de Roca.
A través de su marca Roma Atelier, logró ganar visibilidad tras posicionar un novedoso producto para la región: la creación de camperas recicladas de jean. Esta idea le permitió ser uno de los 10 finalistas dentro del concurso de «Ideas Emprendedoras» en la última edición de la Fiesta de la Manzana.
La esencia de su capsula, denominada Ensamblar, se sustenta en el compromiso ambiental y en una fuerte filosofía que busca dotar de «nueva vida» a prendas tildadas de obsoletas. «Tiene el fin de crear desde lo viejo y desgastado algo nuevo y funcional«, añadió Roma.
No se trata de cualquier tipo de elaboración sino que requiere de un complejo trabajo artesanal, que puede requerir de 45 moldes para la confección de una sola pieza. Esto hace que su trabajo roce a la alta costura, según afirma su creador.
Similar es la propuesta de «Nicomil», una marca reginense creada por los diseñadores Nicolás Meliqueo y Magali Zubiri. El proyecto, que ya cuenta con tres años en el mercado, punta a romper el paradigma negativo de la reutilización de retazos, un cambio que ya aprecian en las consumidores más jóvenes.
«Creo que hay vertientes nuevas en los chicos, porque son personas a las que no necesitas aclarar que hacés una moda ‘no gender’ o más sustentable. Con 20 años se llevan una prenda recontra reciclada sin importarles nada y te lo pagan como una prenda nueva. Es a donde apuntamos», explicó Maliqueo.
Aunque vale aclarar que su catálogo, accesible tanto en tienda física como online, no se ciñe exclusivamente a la readecuación de prendas. Su concepto es mucho más amplio, pero no por ello menos comprometido con las necesidades de sus compradores. «Tratamos de confeccionar productos de calidad y diferenciales, pero alcanzables para todos. Por ello también nos gusta la idea de incluir siluetas bien grandes para todos los cuerpos, lo que dota a la persona de un aspecto muy joven«, enfatizó.
Sus ideadores no creen en las etiquetas, priorizan la comodidad y también la economía del bolsillo. Eso se es palpable en la buena clientela que confía en su creatividad, misma que les permite afrontar los duros tiempos que atraviesa el país.
En busca de más visibilidad
A base de denodados esfuerzos tejieron su clientela, pero los diseñadores ahora buscan ganar cada vez más espacios donde mostrar su trabajo. Y con esta finalidad es que nació el primer medio de comunicación de la moda de la región, el cual cuenta con cada vez más especialistas e interesados en participar.
«Muchos emprendedores sienten que les falta espacios para poder mostrarse, mas allá de una feria. O incluso para charlar entre ellos sobre el estado de la industria. Lamentablemente todo se sigue concentrando en Buenos Aires«, comentó Gisella Machado, comunicadora y creadora de «Aunque vistas de seda».
El sitio web nació en plena pandemia con el propósito de ser un lugar de contención y exposición de los modistas de la Patagonia. La necesidad del sector era clara, hacía falta vincularse entre sí y volver a reperfilar el horizonte de trabajo.
Según Machado, el objetivo central de la línea editorial es «humanizar» a la moda. Quitar ese halo de frivolidad que suele caracterizar a la temática y dotarla de un sentido compromiso con las causas sociales y la necesidad del público. «Apuntamos a un enfoque más sociológico, donde podamos hablar de otros temas. Tal como la diversidad corporal, la ley de talles y la explotación de algunas empresas«, explicó.
Los tópicos que se tratan son variados, aunque en el último tiempo se dio una mayor preponderancia al desarrollo de tendencias ecologistas, como la economía circular. Esta corriente, muy acentuada en tiempos de crisis económica, se dirige a dar un mayor tiempo de vida a la indumentaria y reducir el impacto ambiental de su producción.
Así numerosos colaboradores se sumaron a poner su granito de arena, como Juan Roma, que participará del evento aniversario de la revista con un importante desfile central. La actividad será este domingo 22 en un bar céntrico de la ciudad.
«Ese día se verá una colección totalmente diferente a una campera de jean reciclada. Hablamos de prendas que tienen una leve comparación con la alta costura pero en jeans. Se podrán ver conjuntos enteros» precisó el joven diseñador.
También los creadores de Nicomil ven con buenos ojos el desarrollo de este medio de comunicación. «El proyecto está buenísimo para poder ayudarnos a estar en sintonía con la región. Creo que con su página está haciendo mucho para visibilizar a los diseñadores, porque encontrar un lugar donde mostrarte es complicado«, finalizó Maliqueo.