Una familia está desarrollando un proyecto ambiental de reciclado de botellas plásticas, a puro pulmón, con la intención de sacarlas de la vía pública y evitar la acumulación de estos desperdicios.
Juan Bautista junto a su mujer Emilia Condorí comenzaron a juntar botellas en las bailantas y en los barrios de Rosario de Lerma.
Llegaron a almacenar 20 mil botellas en el fondo de su vivienda, y para reciclarlas inventaron un prensa rústica con piedras para apisonar los envases. Todo es hecho a mano y con mucha vocación por mejorar el medio ambiente.
Su anhelo es almacenar 100 mil botellas plásticas de todo tipo, adquirir una prensa hidráulica y una cortadora de materiales constituidos por orgánicos o sintéticos.
“Comenzamos a juntar botellas en nuestro barrio, porque queríamos reciclarlas sin que ello implique contaminación. Hay muchas utilidades que se pueden dar a este tipo de materiales sin necesidad de contaminar los espacios públicos y amontonar en los basurales este tipo de contaminantes”, explica Emilia, técnica en Seguridad e Higiene de la empresa Borax.
Su marido Juan, trabajador de la empresa tabacalera Massalin, junto a Manuel, hijo del matrimonio y estudiante de Educación Física, salen a buscar las botellas por todo Rosario de Lerma. El proyecto se llama “Rosario Recicla” y de a poco empieza a ser conocido. Todo lo reciclado será ubicado en plantas industriales donde trabajan con estos productos para ser reutilizados.
“Por ahora estamos en casa reciclando y almacenando. La gente va entendiendo que este tipo de elementos deterioran nuestro ambiente. Nos llaman para entregarnos las botellas o las depositan en dos bolsos enormes que hemos ubicado fuera de nuestro domicilio”, cuenta orgulloso de su proyecto el conocido “Juanquero”.
Ellos viven en Barrio Rosario. La familia la completa Lino Guantay de 4 años, sobrino de los Bautistas que colabora almacenando las botellas. Es tan simple e ingenioso el proyecto que alcanzar la meta de sacar de circulación 100 mil botellas que contaminan la ciudad no es imposible a corto plazo.
“El objetivo es sacar de los basurales domésticos todo tipo de envases plásticos. Queremos llegar a los 100 mil, y si logramos sacar más de las calles será mejor”, cuenta Bautista.
La prensa que utilizan es rudimentaria, pero altamente efectiva en el trabajo del reciclado. Es una caja de madera que es llenada con los envases descartables. Luego una pesada madera es colocada en la parte superior del cajón donde tres piedras de buen peso terminan de comprimir las botellas.
Los vecinos apoyan el proyecto de los Bautista. Les alcanzan las botellas de plástico antes de arrojarlas a la basura. Otros los llaman para que pasen a recoger los bolsos de botellas y otros del mismo material.
Hace dos meses comenzaron con este proyecto que fue ideado hace un tiempo, pero no tenían dónde ubicar todo lo almacenado para que sea reutilizado en otros materiales. El material recuperado lo compactan y se venderá a empresas que lo requieran. Los dividendos dejados por las ventas no son suficientes. Para los Bautista, lo importante es sacar las botellas del circuito urbano y promocionar en los rosarinos el cuidado del ambiente.