Serpientes de Argentina y el mundo, características, distribución y amenazas

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En el mundo existen más de 11.000 especies de reptiles, 3700 especies de serpientes, el segundo grupo más numeroso después de los lagartos. Los reptiles consiguieron conquistar plenamente la tierra mediante la adquisición de un huevo con cáscara y un tegumento con escamas que evita la desecación. A lo largo de su evolución los reptiles ocuparon ecosistemas terrestres y acuáticos (mares y agua dulce), en todos los climas a excepción de los polares. Habitan todos los continentes a excepción de la Antártida. Pueden medir pocos centímetros o hasta 9 o 10 metros como las anacondas y pitones. Las especies de mayor tamaño han sido muy afectadas por el hombre por la destrucción de sus hábitat, la cacería y la sobreexplotación.

Las serpientes (y demás reptiles) no pueden regular la temperatura interna son “poiquilotermos” y obtienen el calor del ambiente, son “ectotermos”. Por ello, el clima es de vital importancia en su vida, afectando diversas funciones biológicas. En las épocas de temperatura bajas algunos hibernan y otros disminuyen su actividad, pueden esconderse en cuevas, debajo de troncos, en grietas, rocas en hojarasca del suelo y bajar su actividad física al mínimo. La ventaja de ser poiquilotermos es que gastan menos energía en mantener la temperatura corporal y aprovechan mejor el alimento, pudiendo vivir meses sin alimentarse. Por eso comen con menos frecuencia o cuando se exponen al sol para lograr digerir el alimento. Las grandes serpientes acuáticas como la Ñacaniná (2,50 m) y Curiyú (4 m) se las puede encontrar en invierno asoleándose, sobre troncos o en la costa, para poder mantener su temperatura interna.

Serpientes de Argentina

En Argentina de un total de 137 especies, sólo 19 (10 yararás, 1 Cascabel y 8 Corales) son muy peligrosas para el hombre y otras 35 especies son potencialmente peligrosas (con glándula de veneno y un diente posterior modificado para la inyección del mismo), de las que no existe información al respecto. Pueden vivir en distintos tipos de hábitat, incluyendo las especies adaptadas a vivir en el agua o bajo tierra.

El norte de Argentina, principalmente la Cuenca del Paraná (provincias de Misiones, Corrientes, Formosa, Chaco y Santa Fe) presenta la mayor riqueza de especies de serpientes, seguidas por Salta y Jujuy. La selva misionera contiene la mayor diversidad de especies (75), y el monte chaqueño cuenta con más de 60 especies. Hay una pérdida notoria de la diversidad de serpientes hacia el sur del país, con pocas especies en la región pampeana y solo una yarará que alcanza la estepa de Santa Cruz. No se encuentran serpientes en Tierra del Fuego.

Causas de las amenazas

En los últimos siglos la humanidad está viviendo un proceso denominado crisis de la biodiversidad, que consiste en la devastación en pocas décadas de la mayoría de las comunidades biológicas como consecuencia de actividades humanas, constituyéndose en uno de los desafíos prioritarios de la humanidad en el siglo XXI. Una de las consecuencias de esta crisis es la desaparición de poblaciones de animales silvestres, con tasas sumamente elevadas de 100 a 10.000 veces mayores a las existentes antes del impacto humano, lo que generalmente culmina con la extinción regional y/o global de especies.

Entre una amplia variedad de acciones y estrategias de conservación de la biodiversidad, se encuentra la categorización de especies amenazadas (EA), que tiene por objetivo generar listas rojas de especies que tienen mayores probabilidades de extinguirse, para generar acciones de conservación. Esta tarea ha sido liderada mundialmente por IUCN (www.iucnredlist. com), pero en Argentina se reconoce la importancia de contar con listas rojas, ya que los países constituyen entidades sociopolíticas y territoriales autónomas donde se aplican medidas de conservación de la biodiversidad y poseen las atribuciones legales, potestad y la obligación de manejar y conservar los recursos naturales y su biodiversidad asociada.

Se ha postulado la declinación global de los reptiles, y se ha demostrado que muchas poblaciones de serpientes disminuyeron debido a actividades humanas que incluyen principalmente:

1) La destrucción de sus hábitats, incluye la eliminación, fragmentación y alteración de los hábitats por la agricultura, ganadería, construcción de obras de infraestructura (ciudades, canalizaciones, represas o puentes de determinado diseño, que provocan o agravan inundaciones y modifican ciclos hidrológicos). Por ejemplo, en las rutas del río Paraná se atropellan miles de serpientes por año. Otro gran impacto para el ambiente y las poblaciones de serpientes son los incendios, que provocan que gran cantidad de individuos queden atrapados o escapen y sean eliminados por pobladores

2) Persecución y sobre-explotación de sus poblaciones, en Argentina se capturan algunas especies de serpientes vivas para vender como mascota y otras para vender su cuero como las boas. Estas explotaciones se han realizado durante años con escasas regulaciones y estudios que avalen los cupos de explotación, llevando al borde de la extinción a algunas especies al borde de desaparecer. En el río Paraná los pulsos de inundación han favorecido la sobreexplotación y eliminación de los reptiles en el Paraná, debido a que estos deben abandonar sus refugios en inundaciones grandes, o concentrarse en los sistemas acuáticos remanentes durante las bajantes, siendo más vulnerables a la cacería.

3) Introducción de especies exóticas animales salvajes o domésticos introducidos por el hombre como el jabalí, perros, gatos, o visones depredan gran cantidad de serpientes afectando sus poblaciones. Se ha comprobado que en bosques de especies introducidas como pinos, espina corona, no se registran reptiles, o estos son muy escasos.

4) Contaminación Se han registrado insecticidas clorados en elevadas concentraciones en la grasa de serpientes en áreas cercanas al Paraná, afectadas por cultivos. Los reptiles tienen mayores concentraciones de contaminantes en grasa porque los toman de sus presas. Esto puede afectar su sistema nervioso, reproducción, desarrollo, etc.

Con información de Vanesa Arzamendia, del Laboratorio de Biodiversidad y Conservación de Tetrápodos Instituto Nacional de Limnología (INALI-CONICET-UNL)

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