El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció vía Twitter que la próxima semana tomará una decisión sobre si Estados Unidos permanecerá o no en el Acuerdo de París, como se conoce al acuerdo sobre el cambio climático firmado por 195 países en diciembre de 2015. ‘¡Tomaré la decisión final la semana que viene!’, escribió el mandatario desde Taormina, Sicilia, adonde participa de la cumbre del G7.
Trump hizo este anuncio sorpresivo en el último día de su largo viaje internacional, después de que se negó a ceder a la intensa presión internacional y declinó comprometerse a mantener a Estados Unidos en el acuerdo climático.
La divergencia más fuerte que salió a flote en Taormina, tal como se esperaba, fue en torno del cambio climático. Hubo una situación de ‘seis contra uno’: es decir, todos contra Trump. El magnate se niega a confirmar el compromiso de Estados Unidos de recortar las emisiones de gases de efecto invernadero acordadas bajo el Acuerdo de París.
‘Le hemos pedido claramente que queremos que Estados Unidos respete los acuerdos sobre el clima’, afirmó la canciller alemana, Angela Merkel, quien admitió la existencia de un clima ‘intenso’, pero ‘sincero’, entre los siete líderes.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, no pudo ser más apocalíptico. ‘Si no logramos una mayor unidad, la situación del mundo se nos puede ir de las manos’, aseguró.
Trump fue presionado durante los últimos tres días, primero en Bruselas durante las reuniones de la OTAN y la Unión Europea, y luego en Sicilia para el G7, para que se comprometiera con el Acuerdo de París.
Al término de la reunión de las siete naciones más industrializadas del mundo, y antes de subir al avión presidencial Air Force One para regresar a Estados Unidos, Trump se dirigirá a las tropas estadounidenses apostadas en una base en Italia.