Una macroencuesta realizada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en colaboración con la Universidad de Oxford revela un alto apoyo de la población a la necesidad de que se tomen acciones contra el calentamiento global. También muestra que la percepción mayoritaria es que el cambio climático es una emergencia global. “La gente cree mayoritariamente que estamos en una emergencia climática, no importan de donde sean, no importa la edad, no importa el género”, apunta Cassie Flynn, una de las responsables del PNUD encargada de este proyecto.
Cassie destaca que se trata del sondeo internacional sobre cambio climático “más grande jamás realizado”. Han sido encuestadas 1,22 millones de personas de 50 países, en los que vive el 56% de la población del planeta. “Nunca hemos visto nada igual de estas dimensiones antes”, destaca esta asesora climática del PNUD. Y el principal resultado es que una amplia mayoría, el 64% de los sondeados, respondió que el cambio climático representa una emergencia. Además, entre las personas que creen que el planeta está afrontando una emergencia por el calentamiento, el 59% consideró que el mundo debe actuar urgentemente y emprender todas las acciones necesarias; el 20% dijo que es preciso actuar con calma y el 10% opinó que ya está haciendo lo suficiente. “La opinión de la gente es clara: quiere acción sobre el cambio climático”, valora Cassie.
La encuesta —que se realizó con un novedoso método a través de anuncios en aplicaciones móviles de juegos en teléfonos móviles— se llevó a cabo durante la pandemia de covid, lo que no ha impedido que el cambio climático se considere una emergencia. Aunque el apoyo a esa afirmación es generalizado, en la región de Europa Occidental y América del Norte el respaldo llega al 72%, en Europa Oriental y Asia Central al 65%, en los Estados árabes al 64% y en América Latina y el Caribe al 63%. Por último, en las regiones de Asia y Pacífico el 63% de los encuestados consideró que el mundo atraviesa una emergencia climática y en África subsahariana contestó lo mismo el 61%. Reino Unido, con un 81%, es el país del mundo en el que la preocupación es mayor.
En cualquier caso, los autores del informe resaltan que el factor más determinante a la hora de considerar más grave el problema es el nivel educativo. Cuanto más formados los sondeados, más preocupados se muestran y más medidas reclaman para frenar esa emergencia.
Cassie destaca que este estudio de opinión supone un instrumento útil para que los políticos tomen decisiones contra el calentamiento global y se sientan respaldados. En el sondeo se incluyeron preguntas sobre medidas concretas para afrontar el desafío climático. De un total de 18 opciones, las que más apoyo recibieron fueron la conservación de los bosques y de la tierra (54%) y el impulso a las energías solar, eólica y renovable (53%). Le siguieron la implantación de técnicas agrícolas respetuosas con el clima (52%) y el incremento de las inversiones en negocios y empleos verdes (50%).
Existen algunas diferencias en las respuestas en función del lugar de residencia de los encuestados. Por ejemplo, en los países con problemas por la deforestación y los cambios del uso de la tierra, el respaldo a las medidas de conservación de los bosques es mayor. Este fenómeno se da en Brasil (60% de apoyo a esta medida), Indonesia (57%) y Argentina (57%). Del mismo modo, en aquellos Estados que tienen altas emisiones de efecto invernadero vinculadas a su sector eléctrico y de calefacción, hay un apoyo claro al uso de renovables. Así ocurre en Estados Unidos (65%), Australia (76%), Canadá (73%), Alemania (71%), Sudáfrica (69%), Japón (68%), Polonia (57%), y Rusia (51%).
Además, el informe resalta que en casi todos los países del G20 encuestados “se observa un apoyo mayoritario al incremento de las inversiones en empresas y empleos verdes”. Reino Unido está de nuevo a la cabeza en este capítulo con un apoyo del 73%, seguido de Alemania, Australia y Canadá (68% en todos ellos). Y en nueve de cada diez países con una población más urbanizada se mostraron a favor de las medidas de impulso del transporte limpio.
De las 18 políticas presentadas, las que menos apoyo recibieron fueron las dietas basadas en vegetales y el impulso a los seguros asequibles para hacer frente a las catástrofes climáticas. “Solo el 30% de las personas encuestadas apoyó la promoción de dietas vegetales, mientras que el respaldo público a contar con seguros asequibles fue solo del 32%”, apunta el informe. Sin embargo, los autores resaltan que estos bajos porcentajes no implican que se rechacen estas medidas.
Edad y género
En términos generales, la brecha de género en esta encuesta no es muy grande. Aunque en algunos países sí se observa un distanciamiento importante en función de si es un hombre o una mujer quien responde. Por ejemplo, en Australia, Canadá y EE UU las mujeres están más concienciadas y hay una diferencia de más de 10 puntos porcentuales con los hombres ante la pregunta sobre si el planeta está atravesando una emergencia climática. Sin embargo, en otros países, como Vietnam o Nigeria, la situación fue la inversa.
En la encuesta han participado 550.000 adolescentes menores de 18 años, un segmento demográfico que suele ignorarse en los sondeos de opinión. Y la conclusión es que este grupo de población es más propenso a considerar el cambio climático como una emergencia: casi el 70% de las personas menores de 18 años respondieron afirmativamente a esa pregunta. El siguiente grupo de edad más concienciado, con un 66%, es el de las personas entre 36 y los 59 años, seguido del de entre 18 y 35 años (65%) y los mayores de 60 años (58%). En España, los menores de 18 años también son el grupo más propenso a considerar el calentamiento una emergencia, con un 76% de respuestas afirmativas.