Por un lado ofrece comida para perros, no para seres humanos. Y para que la comida aparezca lo que acepta no son monedas, sino botellas vacías.
De esta forma consigues varias cosas, por un lado reciclar mucho plástico, dejar las calles más limpias y, además, dar de comer a perros que andan perdidos por la calle.
La máquina se puede encontrar en las calles de Estambul, donde dicen que existen 150.000 perros callejeros, y resulta que todavía da ciertos beneficios, porque el plástico de las botellas recicladas es suficiente para costear la comida de los perros.