Se trata de una iniciativa que propone la instrumentación de la medición Neta: ‘Un sistema de medición de consumo eléctrico que plantea el cobro de la diferencia entre consumo y generación de un usuario que produce electricidad de fuentes renovables en su domicilio y la inyecta a la red pública, existiendo la posibilidad de transferir los excedentes de energía medidos en kilovatios hora, al período de facturación siguiente en el caso de superávit”, según explican los legisladores.
Los contratos deberán celebrarse entre la empresa distribuidora y el consumidor, siendo de fácil y ágil aplicación. ‘No deberán representar ningún costo adicional para el usuario, ya sea, tanto de conexión como de tarifa diferenciada’, aclara el texto del proyecto.
La responsabilidad, la propiedad y los costos de la conexión al sistema interconectado nacional y del medidor o medidores, y su mantenimiento serán exclusivos y a cargo de las empresas distribuidoras. Y los excedentes de energía generados por el usuario serán trasladados al próximo período de facturación, a modo de compensación.
De acuerdo a la iniciativa la autoridad de aplicación de esta ley sería la Secretaría de Energía de la Nación.