Corea del Sur instaló un parque solar flotante con estructuras que imitan flores de ciruelo en un embalse ubicado en la localidad de Hapcheon. Los 17 bloques que contienen los 92.000 paneles pueden generar 41,5 MW, producción destinada a abastecer de energía a nada menos que 20.000 hogares.
El país cuenta con poca superficie terrestre total para proyectos de este tipo. Por eso, apuesta a desarrollar alternativas aprovechando los bancos de agua que existen en el territorio nacional. La instalación fue hecha por el promotor coreano Scotra con módulos solares del fabricante surcoreano Hanwha Q Cells.
La ventaja que representa este tipo de instalaciones, además de no ocupar tierras, se relaciona con el aumento de su eficacia en un 10%, ya que el agua que los rodea ayuda a mantenerlos a baja temperatura.
Por otra parte, «para los propietarios de embalses, la energía solar flotante es doblemente atractiva, ya que añade una nueva fuente de ingresos y, al mismo tiempo, reduce la evaporación«, señaló Ali Izadi-Najafabadi, analista de BloombergNEF, un grupo coreano de investigación estratégica que abarca los mercados mundiales de tecnologías e iniciativas para la transición a una economía baja en carbono.
Las desventajas que podrían representar este tipo de iniciativas apuntan al costo de su desarrollo. Debido a la necesidad de flotadores, amarres y componentes eléctricos más resistentes, según el Banco Mundial los sistemas flotantes se consideran un 18% más caros que los terrestres.
En efecto, la firma Hanwha, que es la mayor productora de módulos fotovoltaicos de Corea del Sur, destacó que los paneles colocados en este embalse son de última tecnología. Están especialmente adaptados al agua, con mayor resistencia a la humedad y el calor, según detallaron.
El embalse de Hapcheon es gestionado por la empresa estatal Korea Water Resources Corp. Cuando surgió el proyecto, le otorgaron la posibilidad a los residentes de invertir para su desarrollo. Algunos habitantes también trabajaron durante la construcción.
Alrededor de 1400 habitantes del área invirtieron unos 3100 millones de wones (aproximadamente 2,6 millones de dólares), abarcando así el 4% del costo total. Los mismos ahora estiman un rendimiento anual del 10% durante 20 años.
La planta entró en funcionamiento en noviembre del año pasado, y de a poco se fue posicionando también como un atractivo turístico local por la forma que le dieron a los bloques. En su inauguración, el presidente Moon Jae-in señaló que “los tres picos de la montaña Hwangmaesan reflejados en el lago Hapcheon tienen la forma de una flor de ciruelo”.