La mayoría de expertos coinciden en que el hidrógeno jugará un papel clave a la hora de descarbonizar Europa. Aunque en aplicaciones como el transporte ligero posiblemente se terminen imponiendo las baterías, el hidrógeno tendrá un peso destacado en la industria química, en el transporte pesado y en el almacenamiento estacionario.
Podemos distinguir numerosos tipos de hidrógeno, siendo los tres más importantes el verde (producido utilizando electricidad de origen renovable), el gris (producido a partir de gas natural) y el azul (producido a partir de hidrocarburos en un proceso en el que se captura y almacena el dióxido de carbono para reducir las emisiones a la atmósfera).
Una alternativa poco conocida a todos ellos es el hidrógeno natural; es decir, aquel que se acumula en las profundidades del planeta. Si bien sus reservas podrían ser cuantiosas, hasta el momento había pasado desapercibido debido a la dificultad para detectarlo entre las emisiones generadas en los pozos.
Al contrario que el petróleo y el gas natural, el hidrógeno natural es potencialmente renovable, ya que se forma a partir de las reacciones del agua con ciertos minerales del subsuelo a altas temperaturas; además, su obtención está libre de emisiones, por lo que se trata de un combustible más sostenible que el hidrógeno gris. Con todo, todavía no está claro si su capacidad de regeneración es suficiente como para establecer un suministro continuo.
España quiere convertirse en el principal proveedor europeo de hidrógeno sostenible
El primer pozo de toda Europa se situará en España, concretamente en Huesca (Aragón). La empresa Helios Aragón, una startup creada por los geólogos Chris Atkinson e Ian Munro, quiere comenzar las perforaciones en 2024 y explotar el yacimiento a partir de 2028 durante dos o tres décadas. Los fundadores descartan que estas reservas vayan a renovarse a la suficiente velocidad, por lo que pasado dicho periodo, las bolsas podrán utilizarse para almacenar hidrógeno verde.
El pozo podría generar 400 empleos directos y 1.500 indirectos. Se calcula que producirá 1,1 millones de toneladas de hidrógeno (55.000-70.000 toneladas anuales), para cuya extracción se utilizará la misma tecnología que con el gas natural. Aunque la legislación española no permite este tipo de prospecciones, se espera que se haga una excepción con el hidrógeno natural.
Francia ya modificó su legislación el año pasado con dicho fin, por lo que probablemente las autoridades españolas sigan su ejemplo, pues el proyecto de Helios Aragón se trata del primero de su tipo en el viejo continente. Teniendo en cuenta que nuestro país busca convertirse en el principal proveedor europeo de hidrógeno sostenible, lo más seguro es que esta iniciativa sea bien recibida.