Europa encontró un nuevo camino hacia la sostenibilidad combinando energía solar y agricultura en un modelo innovador conocido como agrovoltaica. Este enfoque permite aprovechar los terrenos agrícolas no solo para la producción de alimentos, sino también para la generación de energía, lo que representa un avance clave hacia la “agricultura inteligente” y un valioso recurso en la lucha contra el cambio climático.
Este método no solo optimiza el uso del suelo, sino que también incrementa la eficiencia de los cultivos y reduce su impacto ambiental. Este concepto, que data de 1981 gracias a los alemanes Armin Zastrow y Adolf Goetzberger, cobró mayor relevancia en la década de 1990 con los estudios de rendimiento liderados por Christophe Dupraz. Desde entonces, la agrovoltaica demostró ser una solución integral para unir la producción agrícola con la generación de energía renovable.
En este sentido, Alemania está llevando a cabo el mayor proyecto agrovoltaico del continente, liderado por la empresa SUNfarming GmbH en colaboración con el proveedor multitécnico SPIE. Con una capacidad proyectada de 753 MW, esta ambiciosa iniciativa abarcará 500 hectáreas distribuidas en ocho distritos y marcará un hito en la integración de la energía solar con la agricultura.
Los paneles fotovoltaicos bifaciales, instalados a una altura mínima de 2,10 metros, permitirán que las tierras se sigan utilizando para la producción de cultivos forrajeros y como pastizales para la cría de ganado. Este enfoque no solo maximiza la productividad del terreno, sino que también refuerza el compromiso con un modelo agrícola sostenible.
El futuro de la energía y la agricultura en Europa
La energía agrovoltaica no es solo una herramienta para optimizar el uso de los recursos naturales; también posiciona a Europa como líder en innovación energética. Este modelo permite producir energía solar mientras se mantienen y potencian las actividades agrícolas, desde el cultivo de alimentos hasta la producción de aceite en olivares.
La instalación alemana, cuya construcción comenzará en 2025 y se espera que entre en funcionamiento en 2026, marcará un antes y un después en el sector. Con la ayuda de transformadores y una subestación avanzada, la energía generada se integrará en la red, demostrando que la coexistencia entre agricultura y energía renovable no solo es posible, sino que es una solución imprescindible para el futuro sostenible de Europa.
Según Martin Tauschke, cofundador y director general de SUNfarming, este proyecto representa el esfuerzo conjunto de agricultores locales y expertos en energía solar, consolidado tras casi cuatro años de planificación y obtención de licencias.
¿Qué es la energía agrovoltaica y cuáles son sus beneficios?
La energía agrovoltaica es una técnica que consiste en instalar paneles solares en tierras de cultivo para generar energía y proteger los cultivos. Esta técnica combina la generación de energía renovable con la agricultura sostenible.
Algunos de los beneficios de la energía agrovoltaica son:
- Aumento de la productividad de la tierra entre un 35 y un 73%.
- Protección de los cultivos, gracias a los paneles solares que los cuidan de la radiación solar excesiva, el calor, la sequía o las fuertes precipitaciones.
- Reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, ya que la energía agrovoltaica contribuye a disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero.
- Ahorro de agua para el riego, puesto que la sombra de los paneles ayuda a mantener el terreno húmedo, lo que es óptimo para las plantas.
- Impacto positivo en el entorno, como producto de la energía agrovoltaica que favorece el desarrollo de las zonas rurales y ayuda a conservar y mejorar el ecosistema.
Este tipo de energía se puede aplicar en diferentes situaciones, como en invernaderos o en cultivos al aire libre.
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