Además de generar electricidad y oficiar de dique de contención para una crecida máxima posible del río Neuquén, la gigantesca represa que podría comenzar a construirse este año servirá como reserva de agua en caso de una sequía.
En el caso de una sequía, Chihuido podría ser el bálsamo. Es que la represa está especialmente diseñada para dejar de generar energía en caso de ser necesario y poder aprovechar el remanente de su embalse para los usos industriales, agropecuarios o humanos del agua. Es decir, funcionar como un dique regulador de caudal.
Para el caso del agro sería fundamental: el curso que serpentea por el norte de la provincia riega en unas 100 mil hectáreas en el Alto Valle, la mayoría de ellas en la provincia de Río Negro.