Un compuesto de la pasta de dientes, nueva esperanza de las renovables

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Uno de los principales retos a los que se enfrenta la industria de las renovables es lograr acumular de forma eficiente la energía producida por estas fuentes. En los últimos años, la innovación en el sector había llegado de la mano de nuevos nanomateriales como los puntos cuánticos, que han abierto un nuevo camino para la fabricación de células solares mucho más eficientes y baratas, teniendo en cuenta que con las actuales, de silicio, solamente se absorbe uno de los componentes del espectro solar, desperdiciando el resto.

 
Ahora, el químico Yun Liu, de la Universidad Nacional de Australia (ANU), ha incorporado un nuevo material a esta carrera, pero en este caso es un viejo conocido: el dióxido de titanio (TiO2), que en la actualidad se utiliza, gracias a sus propiedades como pigmento (blanco) en productos masivos de consumo -no sin polémica, por su toxicidad- como pastas de dientes, cremas solares o chicles. 
 
Según los científicos, el dióxido de titanio cuenta con las tres propiedades básicas y difíciles de reunir en un solo material, para la construcción de condensadores eficientes de almacenamiento de energía. 
 
La industria global del dióxido de titanio, que tiene a la estadounidense Dupont, la saudita Cristal Global, Tronox Ltd y Huntsman Corp como principales compañías, permanece en crisis desde hace varios años.
 
En ese sentido, es un material con una alta constante dieléctrica, por lo que puede acumular grandes cantidades de energía, que después es capaz de aguantar sin pérdidas considerables. Además, puede funcionar en un amplio abanico de temperaturas. 
 
Teniendo en cuenta que las fuentes renovables, como la solar o la eólica, producen energía de forma intermitente, la obtención de un material capaz de acumular de forma efectiva este flujo inconstante es clave para el perfeccionamiento de este tipo de sistemas energéticos.
 
Después de cinco años de investigación en los que han escrutado centenares de posibilidades para dar a luz una nueva generación de condensadores, el equipo de Yun Liu se ha mostrado entusiasmado con su descubrimiento, aunque de momento se trata de ciencia básica.
 
En su mente se encuentra ya la idea de construir una nueva generación de supercondensadores basados en el dióxido de titanio, que los investigadores también han modificado a nivel molecular para el desarrollo de su estudio.
 
La acumulación de grandes cantidades de energía a partir de fuentes renovables es clave para el desarrollo de industrias como la del automóvil eléctrico e incluso para la conquista del espacio exterior.

El Confidencial

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