El acceso al agua es un derecho humano básico e inalienable, ya que disponer de agua potable y sistemas de saneamiento son esenciales para la realización de todos los derechos humanos.
El agua es un bien universal imprescindible que no debería faltar a nadie. A día de hoy, el agua es un lujo para millones de personas. Según los científicos, esta escasez está siendo agravada por el cambio climático, con sequías e inundaciones cada vez más frecuentes y graves.
El agua en el planeta
El agua está presente en diferentes estados y elementos naturales distribuidos por todo el planeta. En su estado líquido fluye por ríos, arroyos, mares y océanos. En su aspecto sólido se encuentra en los polos, glaciares, permafrost y, en invierno, en las superficies de algunas corrientes fluviales.
En forma gaseosa, el agua está presente en toda la atmósfera. El 70% de la superficie terrestre está cubierta de agua líquida, principalmente salada. Solo un pequeño porcentaje del agua es dulce y, la mayor parte de esta, está congelada.
El impacto del cambio climático en este derecho humano básico
UNICEF asegura que al menos 1,000 niños mueren cada día en todo el mundo de sed, enfermedades prevenibles como la diarrea, por beber agua insegura y/o por tener un saneamiento deficiente.
En los países desarrollados y emergentes, el agua no se valora como debería. Se malgasta en agricultura, se contamina, y las aguas residuales no se gestionan ni reciclan adecuadamente.
No malgastemos más agua
El agua se desperdicia de muchas formas, siendo la agricultura la principal responsable, utilizando alrededor del 70% del agua dulce disponible. El riego por inundación provoca pérdidas significativas de agua y puede contaminar los cursos de agua con fertilizantes.
Como alternativa, el riego por goteo resulta altamente eficiente, pero es costoso de implementar y no funciona para todos los cultivos. Existen soluciones intermedias, como los rociadores, que producen menos escorrentía, o la cobertura de los cultivos para prevenir la evaporación del agua.
Soluciones individuales y colectivas
No tiene sentido plantar cultivos que requieren mucha agua en zonas áridas o desérticas. A nivel individual, es posible cuidar el agua de muchas formas, como no dejarla correr sin usarla, regar durante la noche o reciclarla adecuadamente.
Es crucial dejar de malgastar el agua, ya que en muchos sitios proliferan campos de golf y piscinas, mientras que en otras partes del mundo, un niño muere de sed cada pocos minutos.
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