Un informe del Gobierno de Polonia, que organizará en diciembre la próxima cumbre sobre cambio climático, alerta de que este podrá tener efectos catastróficos para el país, como intensas sequías, vientos huracanados, un incremento de zonas áridas o movimientos de tierra.
“La región de Lódz (centro del país) se verá amenazada por una fuerte desertificación que podría afectar hasta el 90% del territorio de esa provincia”, señala el informe “Política ecológica del Estado para 2030”, un texto que se basa en el trabajo y predicciones de más de 6 mil científicos.
En otras regiones del centro de Polonia, añade el documento elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente, las intensas olas de calor y el descenso de las nevadas pueden llegar a causar importantes sequías, mientras que las lluvias torrenciales podrían amenazar con inundaciones habituales en regiones como la de Opolskie.
Sin esperar al año 2030, la sequía ya se hizo notar el pasado verano en Polonia, donde casi el 65 % de la tierra cultivable (alrededor de 135 mil explotaciones agrarias) se vieron afectadas por la falta de agua, según datos del ministerio de Agricultura.
De hecho, en lo que va de año, el Gobierno polaco ya ha aprobado ayudas por valor de más de 800 millones de zlotys (unos 190 millones de euros) para ayudar a los agricultores a hacer frente a la sequía y las inundaciones provocadas por las tormentas torrenciales.