En un intento de frenar la propagación del virus del Ébola, el gobierno de Sierra Leona anunció ayer que aplicará una medida radical: a partir del 19 de septiembre y durante tres días nadie podrá salir de su casa.
El período de aislamiento es para darles tiempo a los equipos sanitarios de pasar puerta a puerta e identificar nuevos casos de infección, explicó el vocero del gobierno, Abdulai Barratay.
Sin embargo, la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) advirtió que la medida no ayudará a controlar el brote de Ébola e incluso podría provocar una expansión más rápida de los casos que no están siendo reportados.
‘Nuestra experiencia nos dice que los confinamientos y las cuarentenas no ayudan a controlar el Ébola porque terminan instando a la gente a ocultarse y ponen en riesgo la confianza entre las personas y los trabajadores de salud’, dijo MSF en un comunicado.
‘Esto lleva al ocultamiento de casos potenciales y genera una propagación más acelerada de la enfermedad’, añadió MSF, que ha estado ayudando a combatir el peor brote de Ébola del que se tenga registro y que afecta actualmente a varios países de África Occidental.
Según MFS, para frenar la propagación del virus, Sierra Leona necesita más médicos, más centros de atención y más camas para los pacientes.
La epidemia progresa imparablemente en Sierra Leona, con 491 casos hasta ahora de los 3944 detectados en los tres países africanos principalmente afectados (Guinea y Liberia son los otros dos).
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta ahora murieron más de 2100 personas en Sierra Leona, Liberia, Guinea y Nigeria por el virus.
Más de seis meses después del inicio de la crisis, los deficientes sistemas de salud de los gobiernos todavía no consiguen contener la enfermedad, una de las más letales del mundo y para la cual no existe cura conocida.
La OMS dice que tomará meses controlar el actual brote de Ébola y prevé que para entonces unas 20.000 personas se habrán contagiado.
El viceministro de la Información de Sierra Leona, Theo Nichol, dijo ayer que el confinamiento de tres días facilitaría la labor de rastreo de casos del personal médico. Agregó que el período podría extenderse de ser necesario.
Según Barratay, el vocero del gobierno, más de 20.000 personas serán desplegadas para asegurar que se cumpla la medida de aislamiento.
‘El confinamiento significa que nadie, y menos aún los vehículos, excepto los que son esenciales para el servicio, podrá circular. La medida se aplicará a todo el mundo’, afirmó el vocero.
‘La medida será apoyada por la llegada de varias ambulancias y unos 30 vehículos utilitarios. Es una operación que organizaremos periódicamente hasta que la enfermedad de Ébola sea vencida’, añadió Barratay.
Las fechas fueron escogidas para dar suficiente tiempo a las personas a abastecerse de alimentos y otras provisiones antes de que entre en vigencia la prohibición de movimiento.