Expertos y analistas climáticos aseguraron hoy que el desprendimiento de un glaciar en Italia, que ayer provocó al menos seis muertos y 20 desaparecidos, “es culpa del ser humano” por provocar el calentamiento global y advirtieron que la situación “puede empeorar” si no hay medidas rápidas.
“La tragedia de los Alpes es el resultado del calentamiento global producido por el hombre, nuestros amados ecosistemas están siendo destruidos por la consecuencia directa de los locos comportamientos humanos“, sostuvo el economista Jeffrey Sachs, miembro de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales del Vaticano y consultor de Naciones Unidas, en declaraciones al diario Repubblica.
Este domingo se registraron al menos seis muertos por desprendimiento de parte de un glaciar en los Alpes italianos, en la montaña conocida como La Marmolada, mientras otras 20 personas son buscadas por los rescatistas en las operaciones de rescate iniciadas a primera hora de hoy.
Para Sachs, estos eventos dan cuenta de que “dentro de poquísimos años serán superados ampliamente y con mucha anticipación los límites del acuerdo de París“, en referencia a las metas que casi todos los países del mundo suscribieron en 2015 para tratar de mitigar el calentamiento global.
En una línea similar, el geólogo y conductor televisivo Mario Tozzi afirmó que “hay un solo culpable, nosotros, el homo sapiens”.
“Despertamos el oso dormido. Solo es el hombre quien ha acelerado estos cambios en el clima con consecuencias como ésta. Y despertar a la naturaleza puede derivar en catástrofes como la de ayer, que es solo un ejemplo de lo que sucederá en los próximos años”, agregó Tozzi citado por le diario La Stampa.
El lugar donde se desprendió una parte del glaciar está cerca de Punta Roca, en el camino que se suele usar para llegar a la cima, en medio de la temporada turística.
Sobre el desprendimiento, el investigador Renato Colucci, del Instituto de Ciencias Polares del Consejo Nacional de Investigaciones (CNR-ISP), dijo que “en el origen de la tragedia de La Marmolada, “podemos recordar que desde hace semanas las temperaturas en las alturas de los Alpes están muy por encima de los valores normales, mientras que en el invierno pasado había poca nieve, que ya casi no protege el cuencas glaciales“.
Para Colucci, “el calor extremo de los últimos días probablemente ha producido una gran cantidad de agua líquida procedente del derretimiento de los glaciares, por lo que estamos en las peores condiciones para este tipo de desplazamientos“, en medio de una serie de varios días sin lluvias y con temperaturas de más de 40 grados en las principales ciudades italianas.
En una línea similar, el analista Pierfrancesco De Robertis consideró que el ser humano “está pagando errores que vienen desde varios decenios atrás, y el problema es que no todos piensan lo mismo ni están dispuestos a hacerse cargo de este problema”.
“Es un problema muy complejo, incluso si todos estuviéramos de acuerdo no sería fácil, y mientras más seguimos sin soluciones la situación empeora. Hay Estados que son grandes contaminadores y no reaccionan, porque no quieren o porque no pueden“, agregó De Robertis en declaraciones a la cadena Rai.
En declaraciones que recoge diario Corriere, el alpinista Reinhold Messner agregó que “con el calentamiento global los glaciares son cada vez más delgados y, cuando caen, se derrumban a pedazos como rascacielos“.
“Desgraciadamente, las montañas también se ven afectadas por la contaminación de las grandes ciudades”, sostuvo Messner, la primera persona del mundo en escalar los 14 picos más altos de la Tierra.
El glaciar de La Marmolada es considerado el más grande de los Dolomitas, en los Alpes orientales; está situado en la provincia de Trento y da nacimiento al río Avisio y está por sobre el lago Fedaia.
Según un informe del IPCC (Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) difundido el 1 de marzo, el derretimiento del hielo y de la nieve es una de las diez principales amenazas causadas por el calentamiento global, que perturbará los ecosistemas y amenazará algunas infraestructuras.
Según el IPCC, los glaciares de los países escandinavos, de Europa central y del Cáucaso, podrían perder entre un 60 y un 80% de su masa para finales de siglo.