Científicos británicos de la Universidad de Bristol han expresado su alarma por el ritmo en que se reduce el manto de hielo del sur de la península Antártica, que no había mostrado signos de cambio hasta 2009, cuando comenzó a sufrir una rápida desestabilización.
Mediciones realizadas por los especialistas han demostrado que la pérdida de hielo en esa región previamente estable es tan grande que ha hecho que el campo gravitacional de la Tierra evidencie pequeños cambios.
Un estudio reveló que los glaciares a lo largo de la península se estuvieron derritiendo a un ritmo acelerado, añadiendo más de 300 kilómetros cúbicos de agua al océano circundante en los últimos seis años: un volumen equivalente a 350.000 edificios Empire State.
Los científicos no están seguros de la causa que ha precipitado este fenómeno, pero sostienen que probablemente en 2009, el calentamiento ha alcanzado un límite crítico en la zona, lo que ha fomentado la aceleración del deshielo.