En el marco del Día del Exceso de la Tierra en Argentina, 26 de junio, el país agotó los recursos naturales que tenía disponible para 2021, generando así una nueva “deuda climática”, advierten los expertos. Por este motivo, Argentina tomará una vez más tomará a crédito el consumo de los bienes medioambientales.
Esto significa que por haber utilizado el capital natural y el presupuesto ecológico previsto para este año, desde junio se usa un 70% más de recursos de lo que los ecosistemas que el planeta puede regenerar en un año. Incluso, mientras el territorio argentino atraviesa un momento ambiental complicado, la Fundación Vida Silvestre advirtió que los servicios ecosistémicos están limitados y que por ende son necesarios 1,7 planetas para abastecer las necesidades de consumo.
De esta manera, Argentina entró en “default ambiental”. De hecho, a nivel global se activó una alarma dado a que las cifras de este año son un 16% más altas y hasta se anticiparon un mes en comparación a las del 2020.
“Hay muchas estrategias que permiten combinar lo económico, lo social y lo ambiental y no podemos seguir esperando para aplicarlas”, dijo Manuel Jaramillo, director general de Fundación Vida Silvestre Argentina, -y continuó- “Estamos en el Decenio de la Restauración, promovido por las Naciones Unidas, y esta deuda deja muy en claro que las estrategias de recuperación económica posterior al Covid-19 solo pueden tener éxito a largo plazo si abarcan la regeneración, la eficiencia y la sostenibilidad en el uso de los recursos ecológicos”.
Según datos de Global Footprint Network, Argentina se encuentra dentro de los países que aún cuentan con reserva de biocapacidad -entendida como sus reservas en términos ecológicos- para producir recursos y proveer servicios ambientales, detrás de Brasil, Bolivia, Uruguay y Paraguay. Sin embargo, los datos alarmantes dan cuenta que se está por encima de la media a nivel mundial.
Respecto al Día del Exceso de la Tierra, la iniciativa estuvo al mando de Global Footprint Network (GFN) para generar conciencia social. Esto actúa como indicador global de la velocidad en la que se “consume el planeta”. Sin embargo, la fecha calendario no corresponde a ningún día fijo, sino que se modifica año a año en base al consumo y al uso que la humanidad realiza sobre los servicios naturales.