Bolivia: el impacto ambiental de la extracción de litio en el Salar de Uyuni

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Un informe reciente ha revelado que en el Salar de Uyuni, también conocido como salar de Tunupa y situado al suroeste de Bolivia, se encuentran 21 millones de toneladas de litio, lo que lo convierte en la mayor reserva mundial de este mineral.

El desafío ahora es determinar cuál será el impacto ambiental de la explotación de este recurso, por lo que un grupo de científicos ha comenzado a investigar para prevenir posibles daños.

Extracción de litio en Bolivia

El depósito de litio más grande del mundo se encuentra en el Salar de Uyuni, una vasta salina que se extiende por miles de kilómetros cuadrados en la cima de una meseta andina en Bolivia.

Durante la mayor parte del año, los cristales de sal cubren el terreno, blancos como el azúcar glas. Durante la temporada de lluvias, el agua acumulada refleja las montañas y el cielo circundantes.

“El Salar es un lugar mágico para los viajeros de todo el mundo que vienen a ver los colores y reflejos en este paisaje blanco infinito”, comentó Avner Vengosh, titular de la Cátedra Nicholas de Calidad Ambiental en la Escuela Nicholas de Medio Ambiente de la Universidad de Duke.

Lo que la mayoría de los turistas no perciben es la enorme reserva de litio disuelta en la salmuera altamente salina justo debajo de la superficie. Este tesoro sin explotar podría convertirse en un recurso clave para el sector de la energía renovable. Durante los últimos años, Vengosh y el estudiante de doctorado Gordon Williams han estado trabajando para comprender las posibles implicaciones ambientales de la minería de litio, tanto en los EE. UU. como en el extranjero.

Implicaciones en la salud ambiental

En un informe publicado en Environmental Science & Technology Letters en enero, Vengosh y Williams realizaron el primer análisis químico exhaustivo de las aguas residuales asociadas con la extracción de salmuera de litio en el Salar de Uyuni. Sus hallazgos podrían ayudar a gestionar futuras operaciones mineras de manera más sostenible y proteger el frágil entorno del salar.

La extracción de salmuera de litio actualmente implica un proceso de varios pasos: la salmuera se bombea desde el subsuelo a una serie de estanques de evaporación. A medida que el líquido se evapora, las sales no deseadas precipitan, pero el litio se vuelve más concentrado en la salmuera en cada etapa. Finalmente, la salmuera concentrada se traslada a una instalación cercana para procesarla en carbonato de litio, el material utilizado en baterías recargables.

La extracción de litio en el Salar de Uyuni aún se encuentra en etapas preliminares. Sin embargo, investigaciones han demostrado que la extracción prolongada de salmueras en otras salinas, como el Salar de Atacama en Chile, puede provocar la disminución de los niveles de aguas subterráneas y el hundimiento de la tierra. Estos impactos podrían afectar el futuro de la minería de litio en Uyuni, según Vengosh.

En su estudio, Williams y Vengosh analizaron la química de la salmuera y los desechos de una operación minera piloto en el Salar de Uyuni. Estaban interesados en la acidez y la presencia de elementos como el arsénico, un metal tóxico que puede causar problemas de salud en humanos y vida silvestre expuestos. Las muestras incluyeron salmuera natural del subsuelo, salmuera de estanques de evaporación y aguas residuales de la planta de procesamiento.

Litio en la salmuera del salar

En las muestras de salmuera natural, midieron niveles de arsénico entre 1 y 9 partes por millón y una acidez relativamente neutra. En comparación, la salmuera de los estanques se volvió más ácida a medida que se concentraba.

Los niveles de arsénico aumentaron drásticamente de un estanque a otro, alcanzando casi 50 partes por millón en el último estanque, aproximadamente 1.400 veces más altos que el estándar aceptable ecológicamente por la EPA.

Según los autores, la fuga o descarga intencional de salmuera de los estanques a la salina circundante podría afectar negativamente a la vida silvestre. “Existe un riesgo de bioacumulación”, explicó Williams, refiriéndose al proceso por el cual las sustancias químicas se acumulan en los organismos con el tiempo, con consecuencias potencialmente dañinas. Los flamencos, por ejemplo, se alimentan de artemias locales, que son sensibles al arsénico en niveles superiores a 8 partes por millón.

El equipo también descubrió que los niveles de boro aumentaban de un estanque a otro. Por el contrario, las aguas residuales de la planta mostraban niveles relativamente bajos de boro y arsénico, similares a las salmueras naturales y, en algunos casos, inferiores.

Además, Williams y Vengosh investigaron las repercusiones de inyectar salmuera usada o aguas residuales nuevamente en el depósito de litio. La industria minera ha sugerido que esto podría contrarrestar el hundimiento del terreno. Sin embargo, descubrieron que ambos métodos tendrían consecuencias indeseables, como mezclarse mal con la salmuera natural o diluir el recurso de litio.

Una posible solución sería mezclar cuidadosamente la salmuera usada con las aguas residuales para equilibrar la química con la salmuera natural. Sin embargo, futuros estudios deberían investigar más a fondo las implicaciones ambientales de esta estrategia.

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