Directivos de la empresa Vale, la mayor exportadora de Brasil, negaron no obstante que el torrente de lodo y desechos mineros que el 5 de noviembre se tragó un pueblo y contaminó el río Doce sea tóxico, como denuncia Naciones Unidas.
Vania Somaville, la directora de Recursos Humanos, Salud y Seguridad de Vale, afirmó que en ciertos puntos del río los análisis del gobierno de Minas Gerais identificaron plomo, arsénico, níquel y cromo.
Según Somaville, estos metales tóxicos ya estaban en las márgenes o en el lecho del segundo mayor río de Brasil y fueron removidos por el torrente fangoso.
‘La buena noticia es que estos materiales no se disolvieron en el agua’ y están reduciéndose al pasar los días, agregó.