Nora Celeste Frank estudiante de biología y presidenta de la Fundación Protección Ñacaniná, es quien se encuentra a cargo del ambicioso proyecto que busca declarar al sapito correntino (de colores) como Monumento Natural, destacando la urgencia de proteger esta especie emblemática y su hábitat.
El sapito correntino, es una especie endémica, se encuentra en un área que no supera los 20,000 km² y su existencia está amenazada por la fragmentación de su hábitat, principalmente debido a la tala descontrolada y la expansión urbana.
“No importa si es endémico o no, todos los reptiles y anfibios necesitan nuestra protección”, afirmó Frank en su dialogo con Diario El Litoral.
Y agregó: “Los sapitos de colores son vitales para el ecosistema y requieren nuestra atención urgente”.
En su camino hacia la declaración, Frank lleva a cabo un estudio que incluye una encuesta sobre la percepción de la comunidad respecto a este sapito y su importancia ecológica. “Vamos a trabajar en terreno, hablando con la gente de localidades como por ejemplo Perichón para educar sobre la importancia de estos animales”, explicó.
En la oportunidad, también destacó el trabajo de Jorge Céspedes, profesor biólogo de la Facultad facena Unne, quien descubrió y describió la especie del Melanophryniscus cupreuscapularis. “Contamos con su apoyo total para avanzar con esta iniciativa. Es fundamental que la comunidad científica esté detrás de este esfuerzo”, destacó.
El objetivo es claro: evitar que la situación de esta especie se agrave. Actualmente, el bosque de Quebracho Colorado y Urunday, donde habita el sapito, enfrenta presiones debido al manejo agropecuario y a la urbanización.
“Estamos elaborando un proyecto que respalde la necesidad de esta declaración, basado en estudios que demuestran que estas especies están amenazadas”, comentó Frank.
La situación es crítica, y la comunidad está llamada a participar de la historia del sapito correntino firmando la petición para convertirlo en monumento en este link.
“Estoy segura de que lo lograremos, no me detendré hasta que el sapito tenga el reconocimiento que merece”, concluyó.
Fundación Protección Ñacaniná
La Fundación Protección Ñacaniná, que acompaña esta iniciativa, busca no solo realizar investigaciones sobre el sapito, sino también integrar la conservación y la divulgación científica. “Es vital que la ciencia se conecte con la comunidad. No sirve de nada un trabajo académico si no se comparte con el público”, enfatizó.
Su principal objetivo es la protección de reptiles y anfibios, enseñando sobre las especies que conviven con nosotros e ideando proyectos para su futura conservación.
Sobre la creación de la fundación argumentó: “Creo que Corrientes se merece esté tipo de trabajos porque nosotros somos la tercera provincia con mayor diversidad de herpetofauna”.
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