La expansión forestal basada, principalmente, en la plantación de pino y eucaliptus generaría graves daños en el territorio nacional.
Daños al suelo, contaminación del agua, la relación con las comunidades y la nula mitigación en materia de cambio climático, son algunas de las denuncias que expertos y ambientalistas plantean contra el proyecto gubernamental de extender el crecimiento de la industria por los próximos veinte años.
Actualmente las plantaciones de monocultivos de pino y eucaliptus realizadas por la industria forestal, abarcan tres millones de hectáreas, las que representan un 22 por ciento de la superficie total entre las regiones de O’Higgins y de los Ríos.