La contaminación en Shanghái, la capital económica de China, ha alcanzado este viernes niveles de extrema gravedad por el humo tóxico, lo que ha obligado a las autoridades a detener las obras de construcción, retirar de la circulación el 30% de los vehículos oficiales y, entre otras cosas, suspender las actividades deportivas.
Las autoridades de la ciudad más poblada de China recomiendan a los niños, ancianos y a quienes sufren problemas respiratorios o cardiacos que no salgan a la calle.
La concentración de partículas PM 2,5 (inferiores a 2,5 micras y las más peligrosas para la salud por su capacidad de infiltrarse en los pulmones) superó los 600 microgramos por metro cuadrado. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una concentración no superior a los 25 microgramos por metro cuadrado.
Aunque gran parte de las PM2,5 proviene de las plantas de energía, también las expelen los tubos de escape de los vehículos o de los sistemas de calefacción de leña.