“Como medida de precaución, todas las playas permanecerán cerradas hasta que la Autoridad de Protección Medioambiental y los organismos gubernamentales pertinentes realicen una investigación más exhaustiva”, apuntó en un comunicado el Consejo de Waverley, en el este de Sídney, donde se encuentra la playa de Bondi sobre la aparición de miles de bolas de alquitrán.
Junto a la popular playa de la ciudad, la medida también afecta a las de Bronte y Tamarama. “El bienestar de nuestra comunidad es primordial”, remarcó el alcalde de Waverley, Will Nemesh. Además, otras cuatro playas de Sídney, controladas por el Consejo de Randwick, se encuentran clausuradas al público por el mismo incidente de contaminación.
Aparición de bolas de alquitrán
Las primeras bolas de alquitrán aparecieron el martes 15 de octubre de 2024 en la playa de Coogee, en Randwick, y el miércoles en Gordons Bay, mientras que hoy también fueron detectadas en Clovelly y Maroubra.
Conforme a los análisis preliminares ordenados por el consejo de Randwick, “el material es un contaminante a base de hidrocarburos que es consistente con la composición de las bolas de alquitrán”. Ataviados con ropa protectora de color naranja, los equipos de limpieza ya trabajan hoy en la playa de Coogee, localizando las bolas de alquitrán y poniéndolas en bolsas blancas de plástico ayudados por una pequeña excavadora, palas o sus propias manos.
Investigaciones en curso
Por su parte, la Autoridad de Protección Medioambiental del estado de Nueva Gales del Sur, cuya capital es Sídney, realiza sus propias “pruebas exhaustivas con varias muestras” y de momento no ha podido determinar de qué está compuesto el material encontrado.
“Hasta que finalice la limpieza, recomendamos no nadar ni tocar las pelotas que hayan podido llegar a la orilla en las áreas identificadas”, subraya la autoridad, sumando entre las playas afectadas a Congwong, Frenchmans y Little Bay.
Riesgos para la vida marina
La organización ecologista Sociedad para la Conservación Marítima de Australia alertó de que los animales marinos, tales como tortugas o ballenas jorobadas, se pueden ver afectadas por estos residuos si los ingieren.
“Las bolas de alquitrán pueden persistir durante largos períodos en el entorno marino, e incluso pequeñas cantidades pueden alterar cadenas alimentarias enteras, lo que afecta a todo, desde el plancton hasta los depredadores más grandes”, señaló la organización desde su perfil de Facebook.
Sídney alberga más de 100 playas en su puerto y a lo largo de su costa que son famosas en todo el mundo y atraen a millones de turistas y locales cada año.
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