Científicos estadounidenses han detectado por primera vez vapor de agua en la atmósfera de un exoplaneta del tamaño de Neptuno, un hallazgo publicado este miércoles en la revista Nature que permite avanzar hacia la identificación de mundos más allá de nuestro Sistema Solar con condiciones similares a las de la Tierra.
Hasta la fecha, solo se había logrado analizar la composición atmosférica de grandes exoplanetas gaseosos, similares a Júpiter, mientras que ahora se ha medido la presencia de agua en un cuerpo con un radio unas cuatro veces mayor que el de la Tierra.
El investigador de la Universidad de Maryland Jonathan Fraine y sus colegas han utilizado una técnica llamada espectrometría de transmisión para obtener la composición atmosférica del planeta HAT-P-11b, a una distancia de unos 122 años luz.
El planeta extrasolar, en la constelación del Cisne, orbita alrededor de la estrella HAT-P-11. Se trata del planeta más pequeño y frío en el que se han detectado hasta ahora signos de presencia de agua, uno de los elementos esenciales para que se pueda desarrollar la vida.
A partir de imágenes obtenidas por los telescopios Hubble y Spitzer, los científicos han encontrado por primera vez un planeta de tamaño medio en el que una gruesa capa de nubes no impide medir la composición de su atmósfera.
En la mayoría de ocasiones, densas nubes compuestas por todo tipo de elementos impiden analizar las capas más profundas de la atmósfera de esa clase de cuerpos.
Ese mismo obstáculo resultó un problema hace décadas para estudiar planetas del sistema solar como Júpiter, cubierto de nubes estratificadas de amoníaco, y Venus, donde se extienden gruesas nubes de ácido sulfúrico.
Dada la imposibilidad de enviar sondas espaciales para estudiar lejanos exoplanetas, los científicos tratan de establecer su composición atmosférica a partir de la información del espectro electromagnético que llega a la Tierra.
Hasta ahora, los científicos habían tratado sin éxito de analizar la atmósfera de otros cuatro planetas extrasolares de un tamaño similar o menor a Neptuno.
En el caso de HAT-P-11b, en cambio, han podido apreciar claras marcas en el espectro que delatan la presencia de moléculas de vapor de agua, así como de hidrógeno y trazas de átomos pesados.
El hallazgo arrojará claves para comprender la formación y la evolución de esa clase de exoplanetas, según apunta el estudio de Nature.