Ecuador pidió ayuda a Brasil, Chile, Colombia, Perú y Venezuela para contener una ola de incendios forestales que se ha ensañado principalmente con Quito, donde tres bomberos han muerto y 50 personas fueron evacuadas.
“La verdad es que la situación fue crítica, están respondiendo las instituciones, los equipos, pero sí, necesitamos apoyo internacional”, afirmó el presidente Rafael Correa en conferencia de prensa.
Con 2,3 millones de habitantes, Quito y sus zonas rurales se han llevado la peor parte en esta inusual propagación de incendios que afecta a ocho de las 24 provincias ecuatorianas.
Hasta el 5 de septiembre 2.905 hectáreas de bosque habían sido consumidas a nivel nacional.