Equipos de bomberos recorrieron casa por casa la pequeña localidad californiana de Weed el miércoles para estimar los daños causados por un incendio que destruyó totalmente 110 viviendas y parcialmente otras 90, informa El Nuevo Herald.
En otras partes del estado, un incendio al este de California crecía al tiempo que un millar de bomberos se sumaban a los esfuerzos para controlarlos.
En Weed, las llamas impulsadas por vientos de 40 mph destruyeron totalmente dos iglesias, un centro vecinal y la biblioteca pública, y parcialmente una escuela primaria y una fábrica de productos de madera.
El miércoles los bomberos aguardaban más vientos mientras combatían el incendio de 152 hectáreas (375 acres) y las compañías de seguros buscaban alojamientos para las personas que perdieron sus viviendas.
Se investigaban las causas del incendio.
Aunque el acceso a los barrios destruidos estaba prohibido, la gente encontraba la manera de llegar.
En la fábrica Roseburg Forest Products los trabajadores investigaban los daños estructurales causados por el fuego a las instalaciones principales. Un galpón de mantenimiento se había reducido a un montículo de láminas de metal retorcidas.
En Pollock Pines, 100 kilómetros (60 millas) al este de Sacramento, más de 2,500 bomberos combatían el incendio de King, que amenazaba medio millar de viviendas y estaba contenido en apenas un 5por ciento.
Un incendio cerca del Parque Nacional Yosemite que destruyó 71 estructuras, entre ellas 37 viviendas, cerca de Oakhurst estaba contenido en un 60 por ciento.