Un estudio elaborado por biogeoquímicos y glaciólogos de la Institución Oceánica Woods Hole (WHOI) identificó una ‘inesperada fuente de hierro’ para el Atlántico Norte: el agua procedente del deshielo de los glaciares.
Los expertos han destacado la importancia de este hallazgo, ya que ‘todos los organismos vivos se basan en hierro como un nutriente esencial’. En este sentido, han apuntado que en el océano la abundancia o escasez de hierro determina el crecimiento del plancton, la base de la cadena alimenticia en el mar.
Hasta ahora, se creía que el hierro que llegaba al mar procedía del hielo en polvo arrastrado por el viento o los sedimentos de glaciares, pero se consideraba que en el deshielo de glaciares las capas de hielo estaban demasiado diluidas para llevar hierro. ‘Hasta ahora el derretimiento no había sido considerado como una importante fuente de nutrientes que son utilizables en los ecosistemas aguas abajo’, ha explicado la autora principal de la investigación, Maya Bhatia.
Los datos se han obtenido durante el transcurso de dos expediciones a la capa de hielo de Groenlandia, en mayo y julio de 2008. Bhatia y sus colegas recolectaron muestras de varios glaciares que terminan en tierra en el lado occidental de la isla helada. El estudio determinó que los niveles de hierro disueltos son de magnitud mayor de lo que se creía.
El equipo de WHOI dice se necesita más investigación para determinar la cantidad de hierro que llega al mar abierto, ya que su estudio siguió el agua de deshielo desde el borde de los glaciares al gran lago en el que desembocan. Para este estudio, el equipo asumió que la cantidad de hierro filtrado como el agua se mueve a través de estuarios antes de llegar al medio marino y sería aproximadamente el mismo para los sistemas glaciales como lo es para los sistemas fluviales.