El hielo marino que flota en la superficie del Océano Ártico y sus mares vecinos crece en el otoño y el invierno y se derrite en la primavera y el verano.
Desde 1978, los satélites de vigilancia de este proceso han detectado una disminución general del hielo marino del Ártico.
Científicos de la NASA quieren saber cómo está contribuyendo este proceso a un Ártico más cálido y húmedo.
Una manera de averiguarlo es mirando el balance de energía en la superficie marina. Las áreas de océano sin hielo absorben más calor del Sol y se calientan, aumentando la humedad cerca de la superficie.
Cuando la humedad en la superficie es mayor que la del aire que la recubre, la humedad es liberada a la atmósfera. En su forma de vapor, el agua es un gas de efecto invernadero que puede conducir a un mayor calentamiento y a más pérdida de hielo.
El mapa elaborado con datos del instrumento Sonda Infrarroja Atmosférica en el satélite Aqua de la NASA, representa el transporte vertical de la humedad sobre el Ártico, el 21 de junio de 2014.
Las áreas rojas y naranjas muestran dónde la humedad está dejando la superficie y entrando en el atmósfera por evaporación; las áreas azules son donde la humedad se está moviendo desde la atmósfera a la superficie. La velocidad a la que esto ocurre se denomina el flujo de humedad.