La fuerte corriente de El Niño en el Océano Pacífico no muestra signos de disminución, y ‘ha creado ya un caos climático alrededor del mundo’, según afirmó la NASA en un comunicado.
La imagen más reciente del satélite Jason-2, correspondiente al 27 de diciembre, tiene un parecido sorprendente a la del 28 de diciembre de 1997, tomada por su antecesor Topex/Poseidon, durante el último gran evento de El Niño.
Ambos reflejan el patrón clásico de este fenómeno completamente desarrollado. Las imágenes muestran alturas de la superficie del mar casi idénticas, inusualmente altas, a lo largo del ecuador en el Pacífico central y oriental, la firma de un grande y poderoso El Niño.
Alturas superiores a las normales en la superficie del mar son una indicación de una gruesa capa de agua caliente. El Niño se activa cuando los vientos alisios, que soplan hacia el oeste en el Pacífico se debilitan o incluso se producen en sentido inverso, lo que provoca un calentamiento dramático de la capa superior del océano en el Pacífico tropical central y oriental.