El río Paraná registró el caudal más bajo para febrero en los últimos 120 años

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Se conocieron recientemente los registros hidrológicos de la región con los que cerró el mes de febrero y que determinaron que fue el de “menor caudal en los últimos 120 años en la zona del embalse de la represa de Yacyretá”. Además, desde el Instituto Nacional de Agua (INA) se proyecta que las condiciones actuales de bajo caudal de los ríos Paraná y Uruguay, se mantengan durante lo que resta de marzo y todo el otoño.

La bajante del río Paraná, “de características extraordinarias por su magnitud y persistencia, seguirá siendo motivo de especial monitoreo. La perspectiva al 31 mayo 2022 no permite esperar un rápido retorno a la normalidad, con probabilidad de extenderse durante todo el otoño”, señala el informe del INA que se refiere puntualmente al tramo que abarca desde Corrientes Capital e incluye a toda Misiones en su extensión.

El caudal promedio de febrero 2022, en la zona del embalse de la EBY, fue de 6.600m3/s. y considerando el período 1901-2021, dicho valor de caudal resulta el más bajo y representa el 39% del promedio para el mismo mes (16.838m3/s).

Es decir que fue el febrero con menos agua en los últimos 120 años en el río Paraná, desplazando al segundo lugar, al registro de 8.400m3/s del año 1915.

Se repite

El río Paraná, en el tramo argentino-paraguayo muestra un caudal persistentemente bajo a raíz que durante febrero se presentaron lluvias poco significativas.

Los valores actuales se mantienen muy acotados y dada la perspectiva climática al 31 de mayo no se espera un cambio en la situación, debido a que el pronóstico meteorológico descarta una mejora sensible en el corto plazo con la presencia de mayores precipitaciones.

La lectura de escala en Puerto Iguazú registró oscilaciones durante todo el mes sin tendencia definida, en un rango acotado entre 3,50 m y 7,00 m, siendo que los máximos se observaron el 26 y 27 de febrero, sin embargo tuvieron rápida disipación, mientras que los mínimos continúan siendo valores muy por debajo de lo normal.

Los valores máximos diarios, normalmente registrados en las primeras horas de cada día, promediaron 4,90 m que representan 10,10 m por debajo del promedio mensual de los últimos 25 años.

En los últimos días y por efecto de la regulación de embalses del tramo superior, quedó oscilante próximo a los 5,80 m.

También de acuerdo con la tendencia climática actualizada al 31 de mayo, se continuará observando los niveles extremadamente bajos y no se espera un cambio en lo que resta del actual mes de marzo, por lo cual las condiciones seguirán similares.

En la cuenca alta brasileña

Durante febrero se observó un patrón de lluvias regulares sobre la cuenca alta del Paraná, en la zona de Brasil, en sus nacientes, donde aún se conserva bien la estacionalidad. Sin embargo, esto produjo sólo una leve mejoría de los niveles en los embalses emplazados en la mitad norte de la cuenca alta.

Si bien se presentaron lluvias sobre la parte sur de la alta cuenca, esto no produjo cambios significativos en la condición de humedad de los suelos y el aporte de los efluentes al río Paraná. No se espera una recuperación importante durante lo que resta de marzo.

Río Uruguay con oscilaciones poco significativas

Por otra parte, el informe también se refiere a las condiciones del río Uruguay y destaca que las lluvias en las altas cuencas, del lado brasileño, no fueron suficientes para mejorar el bajo caudal que arrastra desde hace varios meses.

Así, durante febrero de 2022 se observó un franco predominio de anomalías negativas de precipitación mensual sobre la cuenca alta y la cuenca media, mientras sobre la cuenca baja las anomalías fueron poco significativas o levemente positivas.

En consecuencia, el déficit hídrico en las reservas superficiales y del suelo continuó incrementándose, alcanzando valores inusualmente elevados.

Los datos fueron obtenidos en los principales embalses de la cuenca alta, con valores de almacenamiento por debajo del 50% del volumen útil, y para el caso de los embalses importantes por debajo del 25%.

Asimismo, el estado actual de la recesión del aporte en ruta sobre el tramo medio superior es un indicador del inusual bajo nivel de las reservas que componen el caudal de base.

El derrame mensual del caudal efluente de Chapecó continuó en leve disminución, alcanzando un valor próximo a 266 m³/s. El caudal en San Javier se mantuvo estable o con variaciones poco significativas, con un promedio mensual estimado en 510 m³/s.

Asimismo, los caudales medios mensuales en Santo Tomé y Paso de los Libres fueron estimados en 600 m³/s y 540 m³/s, dando cuenta de un aporte en ruta virtualmente nulo, un indicador del elevado déficit hídrico en las cuencas afluentes a este tramo.

En suma, el tramo superior y el tramo medio superior y sus afluentes persistieron en condición de aguas bajas o notoriamente bajas.

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