El mundo produce aproximadamente 300 millones de toneladas de residuos plásticos cada año y actualmente solo 14% se recolecta para el reciclaje. De todos los desechos plásticos que se han producido en nuestra historia, solo 9% se ha reciclado.
Las razones son complejas. No todo el plástico se puede reciclar y a causa de una falta de conciencia pública muchos de los artículos a menudo resultan contaminados, lo que aumenta los costos del proceso de reciclaje.
En Estados Unidos, la introducción del reciclaje de flujo único —donde los materiales no se separan en el hogar— provocó un aumento de los residuos procesados, sin embargo, a medida que se producían plásticos más complejos, las personas comenzaron a colocar materiales equivocados en sus contenedores. La compañía Waste Management, uno de los mayores procesadores de reciclaje residencial en Norteamérica, indica que uno de cada cuatro artículos colocados en los contenedores de reciclaje no se puede reciclar.
‘Los productos químicos añadidos a los polímeros plásticos, los productos hechos de materiales mezclados y los envases de alimentos contaminados con residuos alimenticios hacen que el reciclaje sea difícil y costoso’, explica el informe El Estado de los plásticos de ONU Medio Ambiente.
La necesidad de reformular el reciclaje se hizo más evidente este año cuando China, que ha importado casi la mitad de los residuos del mundo desde 1992, dejó de recibir desechos plásticos extranjeros. Esta decisión expuso las debilidades de los procesos de reciclaje de otros países.
Hay razones financieras para explicar estas carencias. Dependiendo del precio del petróleo, a menudo es más barato fabricar plástico virgen que plástico reciclado. Además, el mercado de plástico reciclado es volátil y los inversores se muestran renuentes a comprometerse con el sector.
Los activistas han argumentado durante años que los productores de envases y minoristas deberían pagar más para cubrir el costo que conlleva tratar los residuos. A pesar de que muchas marcas se han comprometido a usar más plástico reciclado, está creciendo la presión para que más compañías hagan más.
El gobierno de Gran Bretaña planea cobrar decenas de millones de libras esterlinas a supermercados, minoristas y grandes marcas de bebidas para cubrir el costo del reciclaje. La estrategia incluiría planes para aumentar las contribuciones de productores y minoristas de pagar 70 millones de libras al año a entre 500 y 1.000 millones de libras. De igual forma, se pretende incluir en el plan a los pequeños productores.
En enero, la Comisión Europea reveló una Estrategia de Plástico para que en el 2030 todos los envases de este material sean reciclables o reutilizables. Para alcanzar este objetivo se podrían crear 200.000 nuevos empleos, solo si la capacidad de reciclaje se multiplicara por cuatro. Cada año, la Unión Europea recicla menos de 30% de sus 25 millones de toneladas de residuos plásticos y la mitad de eso solía enviarse a China.
Como parte de la estrategia, la Unión Europea desarrollará nuevas reglas de empaquetado para mejorar el reciclaje de plásticos y aumentar la demanda de los productos reciclados. Además planea mejorar y ampliar las instalaciones de reciclaje, así como impulsar un sistema más estandarizado para la recolección separada y la clasificación de residuos.
ONU Medio Ambiente, que lanzó la campaña Mares Limpios en 2017 para impulsar la eliminación de plásticos de un solo uso, también apoya la implementación de sistemas integrados de gestión de residuos a través de su Centro Internacional de Tecnología Ambiental en Japón.
Existe una clara necesidad de apoyar estrategias de gestión de residuos en los países menos desarrollados, donde las autoridades municipales muchas veces no tienen la capacidad de implementar políticas adecuadas. Algunos de estos países también son las principales fuentes de contaminación marina: 90% del plástico en nuestros océanos proviene de solo 10 ríos, ocho de ellos en Asia.