Un estudio asegura que 1,3% de los gases de efecto invernadero de todo el mundo no viene del petróleo, la industria ni los fertilizantes.
Son los embalses y represas construidos por el hombre (ya sea para generar electricidad, tener agua potable u otros fines) los que generan mil millones de toneladas anuales de gases contaminantes.
Para tener una idea, esto es más que el dióxido de carbono que se genera en toda Canadá.
Esto quiere decir que si los cálculos de los expertos de universidades de Estados Unidos, Canadá, China, Brasil y Holanda son correctos, estamos emitiendo más gases a la atmósfera de lo que venimos calculando.
No es una buena noticia, teniendo en cuenta que la semana pasada el Instituto de Oceanografía Scripp, anunció que los niveles de CO2 en la atmósfera habían superado las 400 partes por millón, por lo que había pocas esperanzas de regresar a los niveles de seguridad de 350ppm.
Los expertos científicos creen que mantener la concentración de gases de efecto invernadero por debajo de las 400 ppm es vital para evitar que la temperatura del mundo suba por encima de los 2 grados Celsius con respecto a la era pre-industrial.