El calor de este verano elevó en casi toda Navarra los niveles de contaminación por ozono. Un aumento que compromete la calidad del aire y que conlleva que se agraven los problemas respiratorios de la ciudadanía.
En concreto, en casi todas las estaciones del territorio foral se han sobrepasado los valores objetivos para la protección de la salud. Además, estos datos superan los registrados en los meses de junio y de julio de 2014, un periodo en el que las temperaturas fueron más bajas.
Así lo han ratificado en el departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra. Desde esta área precisan, a su vez, que estas mediciones deben realizarse en periodos más extensos que dos meses, de acuerdo con la normativa vigente.
De hecho, el objetivo para la protección de la salud humana en 2012, marcado por un Real Decreto, establece que el máximo diario de ozono troposférico no deberá superar los 120 microgramos por metro cúbico durante más de 25 días por año como promedio, en un periodo de tres años.