Los fabricantes corren contrarreloj para reducir las emisiones contaminantes de sus coches nuevos y cumplir con el objetivo que ha marcado la Unión Europea para 2021: 95 gramos de CO2 por kilómetro.
Según un estudio de IHS Markit, una consultora norteamericana, las automovilísticas están lejos de conseguirlo. La emisión media de los vehículos vendidos en la UE superará en ocho gramos la meta estipulada, lo que provocará que la industria se enfrente a sanciones de más de 14 mil millones de euros.
‘Si las empresas no pueden cumplir con los objetivos a tiempo, se podrían enfrentar a multas promedio de 624 euros por vehículo a finales de 2020, con un aumento adicional de 190 euros en 2021 estimulado por el cambio definitivo a la nueva norma WLTP’, afirmó el director asociado de IHS Markit, Vijay Subramanian.