El volcán Mayon, que entró en actividad el fin de semana en el este de Filipinas, ha comenzado a desprender ríos de lava y amenaza con una erupción explosiva, mientras el número de evacuados supera ya los 15 mil
Los desprendimientos de magma comenzaron la noche del lunes y este martes el fluido rojizo llegó a avanzar hasta a 2 kilómetros de distancia del cráter de este volcán ubicado unos 350 kilómetros al sureste de Manila, informó la agencia sismológica de Filipinas.
Las autoridades mantienen el nivel de alerta en 3 (crítico) de una escala de 5, al considerar que puede producirse una erupción violenta de forma inminente, aunque ésta también podría tardar días o semanas.
Un total de 15.410 residentes de localidades que se encuentran en la que ha sido decretada como zona de peligro, dentro de un radio de 7 kilómetros del cráter, han sido evacuados en refugios temporales, escuelas y polideportivos de la región.
El Mayon, que ha entrado en erupción unas 50 veces en los últimos cinco siglos, convulsionó por primera vez la tarde del sábado, emitiendo nubes grises que dejaron los alrededores llenos de cenizas.
A aquella primera erupción siguieron otras dos más el domingo, que causaron 158 desprendimientos de rocas y provocaron el inicio de las evacuaciones y la restricción de los vuelos en la zona.