Al menos 25 personas han muerto en Guatemala tras la violenta erupción en la tarde del domingo del volcán de Fuego, uno de cuyos ríos de lava y lodo hirviendo sepultó el caserío El Rodeo de Escuintla, en el sur del país, según han confirmado las autoridades del país.
Según el máximo responsable de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres, Sergio García, al anochecer del domingo se contabilizaban, además, 20 personas heridas, otras 3.100 evacuadas y un total de 1,7 millones de ciudadanos afectados por la explosión.
De momento se desconoce el número de desaparecidos y el de refugiados, toda vez que muchos de ellos han buscado refugio en casas de familiares o amigos.
Siete de las víctimas mortales se han registrado en el caserío El Rodeo de Escuintla y otras cuatro son dos bomberos y dos curiosos que no respetaron los cordones de seguridad, según confirmaron las autoridades en una rueda de prensa presidida por el gobernante, Jimmy Morales,quien compareció acompañado de sus ministros de Gobernación (Interior), Salud Pública y Defensa.
La ceniza que lanzó el coloso alcanzó los 10 mil metros de altura sobre el nivel del mar y, según el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología, esta erupción, la segunda en 2018 del volcán de Fuego, es la mayor de los últimos años. Las columnas de ceniza y flujo piroclástico obligaron a realizar evacuaciones y al cierre del aeropuerto de la capital.