Jardín para polinizadores, una opción que ayudará a los ecosistemas

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Si alguna vez se ha preguntado como puede contribuir a la conservación de la biodiversidad, crear un “Jardín para polinizadores” puede ser su respuesta.

Se trata de espacios que pueden estar en parques, huertas, patios o incluso ventanas, son lugares diseñados estratégicamente con plantas que proporcionan alimento, refugio y hábitat para una variedad de especies polinizadoras.

La polinización es un proceso vital para la conservación de la biodiversidad y el equilibrio ecológico de nuestro planeta. Este mecanismo sustenta gran parte de los ecosistemas terrestres al facilitar la reproducción de las plantas, fomentar la diversidad genética y aumentar la adaptabilidad de las especies vegetales, fortaleciendo así la resiliencia de los ecosistemas.

Este proceso depende de una amplia variedad de animales, como abejas, avispas, aves, murciélagos, entre otros, por ello aquí le explicamos qué debe considerar para crear su propio jardín que atraiga y sustente a estas especies.

¿Qué debe tener en cuenta para tener un jardín de polinizadores?

José Soto, biólogo e investigador del Jardín Botánico de Medellín y encargado del Mariposario, describe estos jardines como “islas de plantas con flores” y según este, pueden tener diferentes enfoques:

  • Jardines de néctar: Compuestos por plantas con flores que proveen alimento para mariposas, abejas y colibríes.
  • Jardines completos: Incluyen tanto plantas nectaríferas como plantas hospederas. Estas últimas son utilizadas por las mariposas para depositar sus huevos y alimentar a sus larvas.

Soto menciona la importancia de definir primero el propósito del jardín: “Siempre pregunto a la gente: ¿Qué quieres lograr con tu huerto? ¿Buscas simplemente atraer polinizadores para que se alimenten del néctar, o deseas crear un hábitat más completo que soporte todo el ciclo de vida de ciertas especies?”

Esto se debe a que, por ejemplo, si lo que quiere atraer es mariposas, la especie monarca depende exclusivamente de la planta Asclepia durante su fase larvaria. De hecho, el experto menciona que esta planta es un caso interesante porque sirve tanto de hospedera para las larvas como de fuente de néctar para las adultas, algo poco común, ya que generalmente las plantas que son hospederas no son nectaríferas.

Sin embargo, debe seleccionar cuidadosamente las plantas, puesto que esto no solo ofrece recursos esenciales para estos insectos y animales, sino que también crea un micro-ecosistema que puede observar y disfrutar de cerca.

Estas deben ser especialmente nativas, puesto que son las que han co-evolucionado con el ambiente local y los polinizadores de la región. Además, están adaptadas a las condiciones del suelo, clima y otros factores ambientales, lo que las hace más resistentes y fáciles de mantener.

El experto señala que, al crear un jardín para polinizadores, es fundamental considerar las características específicas de las plantas, pues cada una ha desarrollado rasgos particulares para atraer a polinizadores específicos.

Algunas de estas modificaciones son:

  • Néctar: Es un jugo azucarado que las plantas producen. Sirve de alimento para insectos como abejas y mariposas.
  • Polen: Es un polvo rico en proteínas que las plantas producen. Las abejas lo recogen para alimentar a sus crías, pero otros insectos como moscas y mariposas también lo comen.
  • Tejidos florales: Algunas flores ofrecen partes de sí mismas como alimento. Por ejemplo, ciertas plantas dejan que los escarabajos se coman partes de sus flores o semillas en desarrollo.
  • Aceites: Algunas plantas, sobre todo en los trópicos, producen aceites. Las abejas usan estos aceites como alimento y también para impermeabilizar sus nidos.
  • Olor: Ciertas plantas, como algunas orquídeas, producen olores que atraen a las abejas macho. Estos olores son como perfumes que las abejas usan para atraer a las hembras.
  • Resina: Algunas plantas producen una sustancia pegajosa llamada resina. Las abejas la usan para construir sus nidos.

“Estas diversas estrategias de polinización demuestran la increíble coevolución entre plantas y polinizadores, donde cada especie ha desarrollado adaptaciones únicas para beneficiarse mutuamente. Es algo increíble, además que no solo lo hacen por su beneficio, sino que todo ese proceso es crucial para mantener la biodiversidad y la salud de los ecosistemas”, afirma Soto.

El experto explica que la población de polinizadores ha disminuido significativamente debido a varias causas, principalmente al uso de pesticidas e insecticidas químicos, la expansión urbana con la consecuente pérdida de áreas verdes, y el cambio climático.

Este último, aunque es un proceso natural, ha sido acelerado por actividades como la industrialización, contaminación y deforestación. Esto ha afectado a los polinizadores de diversas maneras, sobre todo en la pérdida de hábitat debido a la deforestación, pues al eliminar plantas específicas necesarias para ciertas especies que dependen de ellas para poner sus huevos, también el animal puede desaparecer.

Por ello, para ayudar a los polinizadores, Soto sugiere que “debemos sembrar más plantas, especialmente en áreas urbanas con alta contaminación, además, si tienen el tiempo es fundamental educarse sobre la importancia de conservar los ecosistemas, pues muchas especies se están perdiendo especialmente porque las consideramos incluso como maleza y las eliminamos sin considerar si cumplen con una función específica en ese lugar”.

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