La Conferencia de la ONU sobre cambio climático de Lima entró en la semana decisiva de unas negociaciones que deben sentar las bases de un nuevo pacto mundial contra el calentamiento global en 2015 y que, de momento, caminan con lentitud.
Tras una semana de debates a nivel técnico, la cumbre del clima inicia la etapa política, denominada segmento de alto nivel, que es inaugurada por el presidente de Perú, Ollanta Humala, y el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
A la tribuna de oradores también han sido invitados los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y el de Nauru, Baron Waqa. El miércoles llegará el turno de los presidentes de la Alianza del Pacífico, que Perú integra junto a Colombia, Chile y México. La cumbre de Lima, que concluirá el próximo día 12, debe pactar un documento base sobre la reducción en la emisión de gases de efecto invernadero, que deberá ser aprobado el próximo año en París y que sustituirá a partir de 2020 al protocolo de Kioto.
El desafío de esta conferencia es lograr que todos los países acepten este borrador y presenten sus contribuciones en la lucha contra el cambio climático antes de marzo de 2015. Uno de los puntos del debate gira en torno al tipo de información común que deben presentar los países en sus contribuciones, para que estas metas puedan ser cuantificables y comparables
Las ayudas que deben concederse a los países pobres y en desarrollo para mitigar los efectos del cambio climático también están en el eje de los debates. Aunque la conferencia arrancó con optimismo por los recientes anuncios de la Unión Europea (UE), China y EEUU sobre sus compromisos para reducir sus emisiones de gases invernadero, el proceso camina ahora en Lima con lentitud y ya han surgido algunas trabas.
China ha anunciado que alcanzará el tope de sus emisiones de gases de efecto invernadero en 2030, año en el que un 20 por ciento de la energía consumida en el país procederá de fuentes limpias y renovables. Por su parte, Estados Unidos se comprometió a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para 2025 entre un 26 y un 28 por ciento con respecto a los niveles de 2005, mientras que la Unión Europea apuesta por reducirlas en un 40 por ciento.
No obstante, Greenpeace considera que esto no es suficiente y exige medidas audaces para forzar una rápida transición hacia un futuro de energía cien por ciento renovable para el año 2050. En esta conferencia también tienen gran protagonismo las organizaciones indígenas, que han realizado estos días varias acciones pacificas de protesta y que, junto con agrupaciones de la sociedad civil, también participan en la Cumbre los Pueblos.