El agujero de ozono que cada año se forma en la estratósfera sobre la Antártida, presentó una reducción de .5 millones de kilómetros cuadrados (km2) a diferencia de las lecturas de los años 90´s, según informó la NASA en un comunicado.
Este fenómeno se presenta cada año. Comienza a formarse en la primavera antártica, en agosto y septiembre, cuando el sol aparece de nuevo tras la oscuridad de meses del invierno antártico.
La lectura provista este 2013 por el satélite dedicado Aura de la NASA, luego de varios análisis y comparaciones, arrojó un agujero de 21 millones de km2 contra los 22.5 millones de km2 de mediados de los noventas, sin embargo, habrán de requerirse más lecturas en los próximos años para poder determinar si ha iniciado un proceso de “curación” de la capa de ozono, dijo Paul Newman, experto en las regiones atmosféricas de la Tierra del Centro Goddard de la NASA.
El científico atribuyó la posibilidad de este proceso de reducción, a los protocolos establecidos desde 1987 cuando se iniciaron los trabajos de cuidado de la capa de ozono mediante la eliminación del uso de diversos productos químicos dañinos para ese elemento.
Este hallazgo confirmado, consideró Newman, permitirá hacer entender a los gobiernos la importancia de sostener y reforzar las acciones de protección a las capas atmosféricas, beneficiando de esa forma las futuras mediciones y poder confirmar, insistió, si se ha logrado revertir la afectación al ozono.