‘Se utiliza plasma, que es el que contiene las proteínas con los anticuerpos del virus, de personas que ya superaron la enfermedad y se aplica a personas que tienen ébola’, explicó a Télam Jaime Lazovsky, viceministro de Salud de la Nación.
La estrategia fue desarrollada en el año 1971 por el doctor Julio Maiztegui contra la fiebre hemorrágica argentina que afectaba, fundamentalmente, a los trabajadores rurales.
Precisamente el instituto argentino que lleva el nombre del médico fue el que ‘realizó la cooperación técnica e intelectual con la OMS’, contó el funcionario.
Especialistas del Instituto Maiztegui ‘realizaron tres videoconferencias con expertos de la OMS quienes adaptaron el procedimiento argentino, modificaron los protocolos que nuestros expertos aprobaron’, agregó.
El viceministro aclaró que el proceso ‘no es complejo, siempre y cuando se respete un protocolo, como por ejemplo, la cantidad de unidades que debe recibir un paciente o el tiempo que se debe esperar para extraer el plasma de la persona curada’.
Lo ideal es que cada paciente ‘reciba, dentro de las 72 horas de haber contraído el virus, dos unidades de plasma de dos personas inmunizadas distintas’, añadió.
En cuanto al donante de plasma ‘debe tener un período de recuperación de entre seis meses y un año, lo que puede generar una limitación de donantes o buscar personas que sobrevivieron a brotes de ébola anteriores al actual’.
Lazovsky contó que funcionarios de salud de Sierra Leona, país que junto a Liberia y Guinea Conakry concentran la epidemia, se habían contactado con el Ministerio de Salud argentino para interiorizarse sobre el procedimiento que ahora quedó en manos de especialistas de la OMS.
Aplicar plasma de un paciente recuperado de una enfermedad a otro que transita por la misma patologìa ‘era común cuando no existían las vacunas’, señaló el médico, situación que se da con el ébola ya que aún no hay inmunización.
La OMS confirmó hoy que 9.936 personas han contraído la enfermedad, de las cuales 4.877 fallecieron a causa del virus.
Más de la mitad de los casos se siguen concentrando en Liberia, donde hay 4.665 enfermos, mientras que en Sierra Leona se contabilizan 3.706 y 1.540 en Guinea Conakry, que fue donde se originó la epidemia.
Nigeria y Senegal fueron declaradas en los últimos días libres de ébola, tras haber transcurrido 42 días (el doble del tiempo de incubación máximo, establecido en 21 días) sin que ninguna de las personas que podían haberse contagiado mostrara síntomas de la enfermedad.
Fuera de África, España y Estados Unidos son los únicos países donde se han detectado casos de transmisión, aunque localizada.