La recuperación del coral durante el último año no logró mejorar las perspectivas para la Gran Barrera en Australia que continúan siendo “muy pobres”, según sostienen científicos del Gobierno de ese país, días antes de que se conozca si la Unesco incluye este ecosistema en la lista de Patrimonio Mundial en peligro.
En su informe anual, el Instituto Australiano de Ciencia Marina (Aims) señaló que las oportunidades de recuperación son cada vez “más raras” debido al impacto del cambio climático en la barrera de coral a pesar de las mejoras registradas el último año.
La directora del programa de investigación de Aims, Britta Schaffelke, dijo que los últimos descubrimientos aportaron “un destello de esperanza” pero que “las perspectivas de futuro son todavía muy pobres por los peligros del cambio climático y otros factores”.
Según detallaron los especialistas de esta agencia gubernamental, que vigila la evolución del arrecife desde hace 35 años, los corales están actualmente en “una ventana de recuperación” luego de una década de deterioro por las altas temperaturas del agua y los ciclones. Sin embargo, esta mejora, no alcanza a disminuir los daños que se vienen produciendo durante décadas.
Otro informe científico publicado en octubre halló que el ecosistema de 2.300 kilómetros de longitud había perdido la mitad de su coral desde 1995.
El próximo 23 de julio, la agencia cultural de las Naciones Unidas anunciará si coloca al mayor arrecife del mundo, ubicado frente a la costa de Queensland en el noreste de Australia, en su lista de lugares en peligro a causa del deterioro que sufren los corales por el cambio climático, una posibilidad que levantó el enojo del Gobierno de ese país.
Por su parte, el director ejecutivo de Aims, Paul Hardisty, agregó que “la creciente prominencia de los eventos meteorológicos extremos vinculados al clima y la proliferación de estrellas de mar de corona de espinas (una especie que se alimenta casi exclusivamente de corales) está causando una presión más severa y frecuente, dándole al arrecife pocas oportunidades como esta para recuperarse”.
El Gobierno australiano lanzó recientemente una campaña para evitar la degradación de la Gran Barrera, invitando incluso a embajadores a practicar esnórquel.
En tanto, la Unesco pidió medidas urgentes frente al cambio climático al Gobierno australiano, que se resiste a comprometerse a alcanzar la neutralidad de carbono en 2050.