Algunas empresas de la industria textil han empezado a dar hacia una moda más sostenible. Y así de un enfoque sostenible han pasado a otro regenerativo, buscando revertir y reparar aquello que se ha destruido.
Una de las compañías que ha dado ya este salto es Ecoalf, marca pionera en moda sostenible, que este año celebra su 15º aniversario. Para su presidente fundador, Javier Goyeneche, no se trata de “impactar menos, de no generar daño, sino de generar un impacto positivo y conseguir que esas zonas que están destrozadas del planeta se regeneren y pasen de emitir a absorber“.
Por eso, en Ecoalf llevan tiempo con la mirada puesta en la regeneración, convencidos de que es el momento de “pisar con más fuerza hacia actitudes más responsables”, como muestra el vídeo manifiesto -Because there is no planet B, una llamada a la acción para regenerar nuestro planeta- que han lanzado con motivo de su aniversario.
Aunque a lo largo de su trayectoria, han conseguido importantes hitos como reciclar más de 300 millones de botellas de plástico, ahorrado más de 54.000 millones de litros de agua, reducido las emisiones de CO2 en más de 12.500 toneladas y eliminado más de 1.700 toneladas de desechos del fondo del océano gracias a los más de 4.000 pescadores que colaboran con el proyecto Upcycling the Oceans, en Ecoalf consideran que todavía les quedan muchos retos que cumplir.
Agricultura y ganadería regenerativa
Hace cuatro años comenzaron a investigar sobre las fibras con origen en la agricultura y ganadería regenerativa. “Nuestro primer acercamiento fue con el proyecto de la lana de trashumancia en nuestra colección de otoño-invierno 23. Colaboramos con Made in Slow para preservar y restaurar la tradición artesanal que reduce los procesos industriales y fomenta la biodiversidad. En paralelo hemos trabajado en fibra de algodón buscando proyectos que nos ayuden a sustituir el algodón orgánico por regenerativo“, explica Carol Blázquez, responsable de Innovación y Sostenibilidad de la firma.
Así, para su colección otoño-invierno lanzaron una colección cápsula OnePointZero Circular Lab, con prendas con punto hecho con lana regenerativa. También venden camisetas y una sobre camisa fabricada con un 100% algodón regenerativo.
Aunque, apunta Blázquez, “la escasez de los recursos naturales” fue lo que les “impulsó a crear la marca hace 15 años” y continúa siendo su principal objetivo, ahora exploran otras vías no solo para reducir el uso de esos recursos sino para “contribuir de manera positiva impulsando la innovación”.
“Buscamos ser más eficientes en las fibras que usamos (recicladas, de bajo impacto o regenerativas), intentamos trabajar con procesos más eficientes en toda la cadena de suministro y, lo más importante, medimos todo lo que hacemos, el impacto que generamos y cómo concienciamos a nuestros clientes de la importancia de consumir menos pero consumir mejor, prendas de mejor calidad y más respetuosas con el medio ambiente, que duren más, que sean fácilmente reparables y cuando acaben su ciclo de vida puedan reciclarse”, añade.
Pese a los esfuerzos de la compañía hacia una moda sostenible, los obstáculos a los que se enfrentan no son pocos. “La industria textil está yendo lenta. Aunque ya existe la tecnología que nos permite desarrollar productos con menor impacto gracias a las fibras recicladas y procesos muy eficientes, sobre todo en consumo de agua, químicos y energía, todo esto supone una inversión por parte de las marcas que no siempre es fácil de asumir”, argumenta Blázquez.
Impacto positivo de la moda sostenible
Si Ecoalf es una compañía que lleva en su ADN la sostenibilidad, otras compañías líderes en el sector textil como Inditex y Mango también están dando pasos hacia una producción más respetuosa con el medio ambiente.
De hecho, la multinacional textil que preside Isak Andic ha firmado un acuerdo con Materra, una empresa británico-india especializada en diseñar soluciones de cultivo y abastecimiento de algodón regenerativo. Prevén empezar a tener las primeras prendas confeccionadas con este material a lo largo de este año.
“El algodón regenerativo, en particular, ha llamado la atención de Mango debido a sus múltiples beneficios para el medio ambiente, las comunidades agrícolas y la calidad del producto final. Al reducir la dependencia de fertilizantes y pesticidas químicos, promueve la salud del suelo, la biodiversidad y contribuye a la mitigación del cambio climático al almacenar carbono en el suelo. Asimismo, la agricultura regenerativa también tiene un importante beneficio social, puesto que repercute en el bienestar de los agricultores ya que, de manera global, ayuda a la calidad y productividad de sus cosechas y, por lo tanto, pueden rentabilizar mejor sus inversiones”, explica Andrés Fernández, director de Sostenibilidad y Sourcing de Mango.
Además, dentro de su estrategia de sostenibilidad, la firma busca maximizar la reciclabilidad, prolongar la vida útil de las prendas y minimizar los residuos textiles. Por eso, para 2030 “nos hemos fijado como meta que los materiales más sostenibles predominen en el diseño de nuestros productos y el 100% de nuestras fibras sean de origen sostenible o recicladas”, añade.
“Restaurar la naturaleza”
Por su parte, la multinacional española de la moda Inditex, compañía matriz de Zara, Pull&Bear, Bershka o Stradivarius, entre otras, firmó un acuerdo el año pasado con la organización ambiental global Conservation International para expandir y escalar el trabajo de su Fondo de Regeneración de la Naturaleza mediante la inversión de 15 millones de euros.
Este proyecto, impulsado por la organización y Kering en 2021, trabaja con el objetivo de transformar un millón de hectáreas de tierras de cultivo en sistemas agrícolas regenerativos para 2026, principalmente en los ámbitos de las fibras celulósicas artificiales y el algodón.
“Los sistemas de agricultura regenerativa son la única solución para restaurar la naturaleza”, sostienen desde Inditex. “Si se hacen correctamente, estos métodos de cultivo y pastoreo sirven para aumentar la fertilidad del suelo, restaurar el ciclo del agua, aumentar la biodiversidad y almacenar carbono“.
Entre sus objetivos a medio plazo, reducir más de un 50% sus emisiones en 2030 y alcanzar las cero emisiones netas en 2040: utilizar materias primas con menor impacto, transformar su cadena de suministro, extender los proyectos de circularidad y contribuir a mejorar la biodiversidad.
¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete!