Las aguas residuales vertidas por un gran complejo de crianza de cerdos están contaminando las selvas del territorio maya, ubicado en el estado mexicano de Yucatán, reportaron campesinos de la zona.
El líquido contaminado se ha expandido formando dos grandes extensiones de aguas negras que afectan a los mantos freáticos, a las milpas, cenotes y ojos de agua, maravillas naturales propias del área Yucatán, añadiendo daños a la biodiversidad y al ecosistema.
‘La contaminación se debe a que la granja de la empresa porcina Kekén vierte sus aguas negras en 160 hectáreas’, explicó el apicultor José Luis Tzuc Canté.
La problemática se ha desatado ocho años después de que la empresa abriera la gigantesca granja en el municipio de Kinchil con el compromiso de someter a tratamiento a las aguas residuales, una promesa que “desafortunadamente no se ha cumplido”.
“Aseguraron que tratarían las aguas negras para volverlas útiles, pero no es verdad. Esto significa contaminación en la agricultura y la desaparición de venados, jabalíes, aves endémicas y otras especies”, aseguró.
Al adentrarse en la selva, EFEverde constató la presencia de dos grandes extensiones de agua verdosa a 24 kilómetros del municipio, cerca del criadero.
En el lugar se percibía un fuerte olor putrefacto generado por el orín y otros desechos de los puercos.
En los alrededores de la granja (una instalación de tamaño imponente compuesta de cuatro módulos con 10 mil cerdos cada uno) hay apiarios, milpas y ranchos cuyas actividades se han visto alteradas por la presencia de la empresa.