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“Mocos de mar”, la extraña sustancia que invade las costas de Turquía

El tiempo se agota para salvar del desastre al ecosistema del Mar de Mármara, en el sur de la ciudad turca de Estambul, afectado por una capa espesa y viscosa de mucílago marino que representa una amenaza para la vida marina y la industria pesquera.

“El Mar de Mármara se transformó en un mar muerto. Debemos intervenir lo antes posible”, sostuvo hoy Erol Kesici, consejero científico de la  asociación Turca para la Conservación de la Naturaleza.

Desde el otoño (boreal) pasado, los científicos advierten sobre los riesgos cada vez más fuertes relacionados con una masiva y descontrolada extensión de los también llamados “mocos de mar”, una materia orgánica potencialmente dañina para la vida submarina.

Se trata de una suerte de alfombra blanquecina, espumosa y gelatinosa que ondula en las costas de la zona más densamente poblada e industrializada de Turquía, lo que lleva por debajo del nivel de guardia el oxígeno necesario para la supervivencia de diversas especies.

Es una grave amenaza para el medio ambiente y para el sector pesquero, muy importante en la región.

Según expertos, el fenómeno puede estar relacionado especialmente con el cambio climático y la contaminación, debido al vertido de residuos en la zona, en la que viven unos 25 millones de personas.

Este fitoplancton, presente de manera natural en algunas zonas marinas, alcanzó sin embargo una extensión dañina, incluso a causa del aumento de la temperatura de las aguas.

“Asistimos a un desastre jamás visto. Pero si actuamos ahora, en cinco o seis años podremos sacar al mar de este estado comatoso”, advirtió Mustafa Yucel, investigador de la Universidad Técnica de Medio Oriente.

Preocupadas por la situación de emergencia, las autoridades locales intentan ponerse a cubierto.

En las últimas semanas se pusieron en marcha algunas iniciativas de limpieza de las aguas, pero los expertos indican que se necesitan soluciones estructurales.

El gobierno de Recep Tayyip Erdogan anunció el domingo la presentación de un plan para hacer frente a esta crisis ambiental, que hasta puede afectar la imagen de una región de fuerte vocación turística.

El ministro de Medio Ambiente, Murat Kurum, creó una fuerza especial de 300 expertos, encargados de delinear un plan de emergencia.

Pero para remediar la situación se necesita un decidido cambio de rumbo, explicó Mustafa Sari, decano de la Facultad de Biología Marina de la universidad 17 de Septiembre de Bandirma, ubicada precisamente frente al  mar de Mármara.

“No podemos hallar en 40 días una solución a un problema creado hace 40 años”, subrayó.

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